Juliana Awada volvió a las redes sociales para desearle feliz día a los padres de sus dos hijas, Mauricio Macri -padre de Antonia (11)- y Bruno Barbier -papá de Valentina (20), su hija mayor-.
La ex primera dama compartió un emotivo posteo en sus Historias de Instagram, donde incluyó cuatro fotografías, donde su actual marido y su ex aparecen juntos -mantienen una relación muy cordial entre ambos- y cada uno con sus chicas.
"¡Feliz día a todos los padres!", comenzó expresando la empresaria. "Especialmente a los de mis hijas", concluyó, agregando un emoji de corazón.
Juliana Awada estuvo en pareja con el millonario belga Bruno Barbier entre 1999 y 2009, antes de conocer a Macri y después de separarse de su primer marido, Gustavo Capello.
La historia de amor de Juliana Awada y Bruno Barbier
Corría 1999 cuando Juliana Awada (48), ya separada de su primer marido, Gustavo Capello (con quien estuvo casada solo un año), conoció a Bruno Barbier (56), un millonario belga que ostenta el título de conde pero solo a modo decorativo ya que su familia no tiene títulos de nobleza ni sangre azul. Sí muchísimo dinero: integra una de las familias más ricas de Bélgica, dueña de una fortuna que se calcula en más de 400 millones de euros.
Así las cosas, y cuando tenía 25 años, Juliana conoció a Barbier (por entonces de 33) en un vuelo de Air France. Al parecer, el flechazo fue mutuo y desde ese momento, la pareja comenzó una convivencia que duró diez años. En febrero de 2003 nació Valentina, la única hija que tuvieron, y aunque se trató de un gran amor, Awada y Barbier nunca pasaron por el registro civil.
Cuando estaban por cumplir una década de convivencia, el desgaste de los años hizo que la pareja se distanciara de un día para el otro. Desde el círculo íntimo de la familia Barbier, esta decisión abrupta no fue bien tomada, tal como relata Franco Lindner en su libro "Juliana. Secretos, amores y poder de la dueña de Mauricio Macri", más aún porque pocos meses después la empresaria blanqueó su relación con Macri, con quien se casó en 2010.
Lo cierto es que la relación de Juliana con Barbier siempre fue óptima, aún después de separarse. Tanto, que en 2016 él la invitó a su casamiento con Charlotte Barbotin-Larrieu, una joven francesa de 30 años, boda que se llevó a cabo en los jardines del Museo Rodin, en París. Antes de conocer a Barbotin-Larrieu, Barbier estuvo en pareja con Viviana Canosa.
Barbier, que reside en Mónaco, es además, un padre muy presente a pesar de la distancia que se acortó durante 2021 cuando Valentina decidió instalarse en Europa para cursar sus estudios universitarios.