El skin cycling es una novedosa rutina de cuidado de la piel, que es repetitiva y de cuatro noches. En la primera noche se aplica un exfoliante, en la segunda se aplican retinoides y en la tercera y cuarta se descansa, usando los productos de limpieza y cuidado normal.
Esta técnica fue creada por la dermatóloga Whitney Bowe, y como su nombre indica, se trata de una rutina facial cíclica en que los productos que se utilizan rotan cada día para que la piel pueda recuperarse en el tiempo necesario para seguir con el siguiente paso.
Antes de considerar aplicar esta rutina es necesario saber que solo se debe realizar de noche y que no se deben alterar los productos que se utilizan normalmente ni tampoco su orden.
El primer día se debe realizar una exfoliación química por medio de ácido glicólico, salicílico o mandélico, ya que no irritan tanto la piel.
El segundo día está dedicado a los retinoides, los cuales por supuesto deben adecuarse al tipo de piel.
Para el tercer y cuarto día -y dependiendo de la tolerancia del cutis- se deja descansar la piel usando solo los productos que se emplean con normalidad, como sérums hidratantes con ácido hialurónico, glicerina o niacinamida.
Después del cuarto día se repite el mismo proceso cíclico, para así notar una mejoría visible en la piel, siempre y cuando se siga el proceso la pie de la letra. Si por el contrario, durante los días de descanso la piel presenta aún irritación, lo mejor es acudir al dermatólogo.