Al momento de salir al mercado en búsqueda de un nuevo juego de sábanas, el abanico de opciones es tan amplio y variado que puede confundirnos. La textura, los materiales, la cantidad de hilos, el tamaño y la resistencia son algunos de los ítems más importantes a tener en cuenta.
Pero... ¿cómo nos damos cuenta si una sábana es realmente buena? Acá te compartimos todas las claves para que estés más canchera en este rubro. Tomá nota.
Qué hay que tener en cuenta para elegir un juego de sábanas
- El material
El material de fabricación de las sábanas es clave. Por eso nada mejor que inclinarse por tejidos naturales, como el lino o el algodón.
Estos tipos de materiales evitan alergias y aseguran una correcta transpirabilidad, absorción y evaporación de la humedad, condiciones clave para tener un buen descanso.
Estos tejidos naturales se pueden mezclar con poliéster, un material muy común que aporta ciertas características y reduce su precio. Incluso es habitual encontrar sábanas de algodón con mezcla de poliéster, para que no se arruguen tanto. Eso sí, se recomienda que el poliéster no supere el 50% de la tela para que no pierda suavidad.
Algunos de los materiales más comunes para las sábanas son:
- Algodón egipcio: la mejor calidad y más cara, es algodón 100% egipcio. Tiene fibras extra-largas y duraderas, que garantizan una buena resistencia.
- Algodón percal: el percal no es un material en sí, sino una técnica de tejido que aporta resistencia a la sábana y gran durabilidad sin perder suavidad.
- Algodón pima o supima: es un material de fibras medias a extra-largas discontinuas. Es un poco más accesible que el algodón egipcio y muy conocido por su suavidad y brillo.
- Coralina: este es un tipo de tejido de tacto suave, como aterciopelado (similar al de un peluche). Pueden estar confeccionadas en diferentes gramajes, y las de mayor grosor se denominan también sábanas de microlina.
- Lino: ideales para los climas cálidos, son una de las más caras pero duran décadas y quedan divinas.
- Satén: son famosas por ser ultra-suave y brillantes, ideales para sumar un toque súper glamoroso a la cama.
- Sintéticas: son las más económicas y resistentes a las arrugas. Además, resultan muy fáciles para planchar.
- La cantidad de hilos
Cuando una tela para sábanas tiene más de 200 hilos por pulgada cuadrada significa que tiene una terminación fuerte y que va a ser más suave y delicada. Por lo general, este tipo de tela tiene una textura aterciopelada relativamente fácil de identificar.
Para las personas con poco tiempo para dedicarle a las tareas de la casa, lo más recomendable son las sábanas cuyas telas superan los 250 hilos, fabricados en mezcla de poliéster y algodón a proporciones iguales. Son productos de alta calidad -lo cual asegura una larga duración y resistencia- y además resultan fáciles de lavar, se secan rápido y se planchan con facilidad.
- El tamaño
Porque cada sábana responde a una medida de colchón, es súper importante que sepas las dimensiones del tuyo, pero no solo largo y ancho sino también alto. Y es que si es más alto de lo normal, las sábanas no se van a poder meter bien por los laterales.
Cada cuánto cambiar las sábanas
Es probable que en más de una ocasión te hayas preguntado cada cuánto se lavan las sábanas. Pero la realidad es que para responder esa pregunta primero hay que tener en cuenta otras cuestiones.
A nivel general, lo ideal es hacerlo una vez por semana. Pero si estamos enfermos, transpiramos mucho o dormimos con nuestras mascotas, lo más recomendable sería aumentar esa frecuencia.
Cómo lavar las sábanas correctamente
1. Leé las etiquetas. Las sábanas están hechas de diferentes materiales, algunos de los cuales pueden ser delicados. Por eso antes de lavarlas es importante que leas con detenimiento la etiqueta para ver qué es lo que recomienda el fabricante.
2. Colocá las sábanas en el lavarropas a 60°C. Si la tela de tus sábanas lo permite, lo mejor es lavarlas a 60°C, una vez al mes, para eliminar hongos y bacterias con la temperatura. Una vez a la semana podés lavarlas con un programa básico (si la tela lo permite, claro).
3. No cargues mucho el lavarropas. Siempre recordá que las sábanas necesitan circular para quedar limpias, así que no llenes el lavarropas a presión.
4. Usá jabón y suavizante aptos. No todos los jabones ni suavizantes son iguales. Por eso lo ideal es inclinarse por alguna opción de calidad que cuide tus sábanas, elimine las manchas y deje una fragancia exquisita.
5. Colgá las sábanas bien estiradas al aire libre. Para que se sequen bien tendé las sábanas al aire libre. Y si es en un espacio que recibe sol directo, mucho mejor ya que la luz ultravioleta también desinfecta.
Fotos: Pinterest.