El príncipe Harry y Meghan Markle se instalaron en su casa de Montecito, California, hace ya algunos años. Sin embargo, todavía no habían sacada todas sus cosas de Frogmore Cottage, la propiedad que había sido el regalo de boda de la reina Isabel II para la pareja, algo que tuvieron que hacer por pedido del rey Carlos III. Así terminó oficialmente el vínculo de los duques de Sussex con Inglaterra y se despidieron, al menos por ahora.
Todo mal
El príncipe Harry y Meghan han estado en el foco durante los últimos días. Los rumores de divorcio fueron muy fuertes y muchos aseguraron que los vieron pelear en un restaurante de Montecito, cerca de donde viven actualmente. A esto se le suma que terminaron su contrato millonario con Spotify y no en los mejores términos. La pareja no habría cumplido con lo pactado y por eso, la empresa no piensa pagarle los millones que correspondían.
Se mostraron juntos
El príncipe Harry estuvo algunas semanas en Inglaterra por un juicio en el que debió testificar contra los medios británicos, a los que acusó de obtener información de manera ilegal. Eso pudo haber intensificado los rumores de separación por la distancia que mantuvieron todo ese tiempo aunque este lunes los volvieron a ver juntos en un edifico de oficinas en Santa Bárbara.
Devolvieron el dinero
Los duques de Sussex gastaron varios millones de libras en la renovación de Frogmore Cottage. Al espacio lo habían renovado casi por completo pensando que se iban a instalar allí. Por eso, además de desalojarlos, debieron antes devolverle ese dinero a la Corona por que esto significó un buen negoció para la institución que se quedó con la propiedad renovada.