Melissa Gilbert compartió en sus redes una conmovedora historia parecida a las aventuras que vivía décadas atrás cuando encarnaba a la valiente Laura en La Familia Ingalls.
La actriz, que vive en su granja en las afueras de Nueva York, relató en su cuenta de Instagram:
"Ayer conducíamos a casa después de recoger a @michaelgarrett95 en el tren en Port Jervis.
Cuando llegamos a la rampa, cerca de la planta eléctrica, antes del Nido de Halcones, vimos esta cosa dulce en medio del camino. Su hermano ileso estaba en el césped", escribió en referencia al cachorro de ciervo que encontró.
Casi como solía hacer su personaje, siempre dispuesta a defender a los más desvalidos, contó: "Nos detuvimos y saltamos del auto para detener el tráfico. El cervatillo estaba gravemente herido, una pata rota, entre otras heridas. Así que lo recogí. Llamamos a nuestra amiga Fawn Schneider y nos hizo llevar a la pobrecita a su casa. Fawn es experta en vida silvestre y un ser humano increíble", prosiguió su relato, que acompañaba a varias fotos de Melissa con el animalito herido en brazos.
"@timbusfield (su marido) detuvo el tráfico más adelante en la carretera y persiguió al hermano hacia el bosque. El que logré atrapar también tenía heridas internas ya que su abdomen estaba comenzando a hincharse. Llegamos a casa de Fawn y la acostamos en una tina que instaló con virutas de pino en su cocina, para ver lo mal que estaba".
El fin del relato narra lo trágico: "Lamentablemente, no había forma de que sobreviviera, por lo que se tomó la decisión de terminar con su vida para evitar que siguiera sufriendo", contó la actriz, quien luego aclaró que no pudo quedarse para ver el final porque se sentía demasiado triste.
"Unos minutos más tarde, Fawn envió un mensaje de texto diciendo que el ciervo había muerto".
Luego, continuó con una reflexión sobre lo sucedido antes del triste descelnace, mientras viajaban con esperanzas de que se recupere: "Durante todo el viaje, le hablamos y lo consolamos tanto como pudimos. Pobre dulce bebé. Algún imbécil lo atropelló y se fue. ¿Quién es capaz de hacer algo así?", escribió, indignada.
"Me alegro de que estuviéramos allí para ayudar a esta pequeña y dulce criatura a hacer la transición de la manera más amable posible. Estaba pensando en alimentarla con biberón, entablillada, para que se recuperara, pero no fue posible. Siento mucho que tu pequeña vida estuviera llena de dolor al final. Pero ahora eres libre pequeña….vuela, vuela, vuela hacia Dios", culminó su mensaje desgarrador.
