Andanin Vilas, a sus 19 años, es una joven de bajo perfil que terminó sus estudios secundarios y que juega al tenis, deporte en el que su papá, fue uno de los más destacados exponentes.
En sus redes suele compartir imágenes de su vida, como sus cumpleaños, algunos entrenamientos y de sus viajes por el mundo, como los que realizó a Bangkok (capital del país de origen de su mamá, Phiangphathu Khumueang) y a Madrid, destino que visitó algunas semanas atrás.
En el posteo dedicado a la capital española, Andanin sorprendió con un par de fotos en las que aparece con un joven, que pareciera ser su novio. "Una historia, una canción y un beso en Madrid" fueron las palabras con las que la joven acompañó estas postales.
En qué anda Andanin Vilas
Por estos días, la joven tenista se encuentra disputando un torneo en Santo Domingo y representando a la Argentina, bandera que eligió hace años, pese a haber nacido en Francia.
"Cuando empecé a jugar internacionalmente, en Mallorca, tenía la bandera tailandesa. Eso me molestaba mucho porque siempre quise jugar para Argentina, tener la banderita celeste y blanca. Una noche le dije a mi papá si podía mandar un mail para decirles que la cambien porque no lo querían hacer. Y mi papá escribió un mail: 'Hola, soy Guillermo Vilas...'. Media hora después ya tenía la bandera y estaba híper feliz", le contaba a la periodista Soledad Giménez en el ciclo #ManoAManoTeVe.
El año pasado, durante su última visita a nuestro país, le contó a Olé cuáles eran sus planes: 2023 se tomaba un año sabático para jugar al tenis. "En cinco meses termino el colegio. Me voy a tomar un año sabático para jugar al tenis y ver si llego a un cuadro principal. Igual, siempre me interesó el estudio. Me estoy inscribiendo en algunas universidades para ver si puedo entrar en un tiempo. Pero primero quiero jugar al tenis".
Efectivamente, Andanin terminó sus estudios secundarios el año pasado y lo compartió en sus redes.
Andanin Vilas como tenista
"Cuando yo empecé, papá quería que jugara exactamente igual que él. Con la mano zurda, con el revés a una mano. No me dejaba entrenar con la raqueta chica. Me pesaba mucho. Yo estaba en Miami, y tenía que jugar con la izquierda, y lloraba todo el día. Al final entendió que tengo una manera de jugar. Juego con la derecha, revés a dos manos, todo completamente te distinto a lo que hacía. Mi papá lo tuvo que aceptar, ja", reconoce.
"Empezar con papá como entrenador fue importante. Él le pega fuerte todos los tiros. Y creo que eso me ayudó en la resistencia. Ahora mi nuevo entrenador me enseña más técnicas de juego. Me sirve mucho. Yo sé dónde poner la pelota. Es algo que siempre destacó mi mamá", agrega.