Silvina Luna pelea hoy por su vida con mucho coraje. Atravesó dolores inimaginables, tratamientos médicos constantes y lidia con un cuerpo invadido y deteriorado hace más de una década, pero no baja los brazos. Las cadenas de oración se replican por cientos y los mensajes que la alientan invaden las redes sociales.
La dura realidad que atraviesa hoy en día es consecuencia de una decisión que marcó un antes y un después en su vida: la operación (que ella creyó conveniente) para aumentar el volumen de sus glúteos. Y cayó en las manos equivocadas, en las de un médico (hoy condenado por la Justicia a 4 años de presión y 5 de inhabilitación para ejercer la medicina), Aníbal Lotocki, quien continúa atendiendo pacientes hasta que la condena que recae sobre él no quede firme.
El año pasado, tras su paso por El Hotel de los Famosos donde una recaída en sus salud la obligó a salir del programa, Silvina fue entrevistada por Infobae y recordó aquel día de 2001 al que sentenció como: “El peor error de mi vida -como lo califica- nació de la ignorancia, de creer que mi valía dependía del aspecto, de mi inseguridad, de la soledad, de la falta del consejo que mis viejos me hubiesen dado”, señala.
Cuando su interlocutor, Sebastián Soldano quiere profundizar en el origen de esa falta de confianza, afirma: “Mi autoestima fue un trabajo de años. Y todo tuvo origen en mi infancia”, revela. “Yo era una chica alegre pero muy solitaria. Creo que a mí me faltó amor”.
"Llegué a sentir que mis padres no me veían"
Los graves problemas de salud que la modelo acarrea desde aquel procedimiento estético la llevaron a buscar su sanación física pero también emocional. Por eso en más de una ocasión reflexionó sobre lo que ocurrió en su pasado y que la llevó a ese momento fatídico.
Cuando Silvina Luna evoca su niñez reconoce que "en aquel entonces estaban demasiado inmersos en sus mambos y peleando mucho entre ellos", reflexionaba, mientras contaba que sus padres habían comenzado muy jóvenes su familia (tenían 22 años) y recuerda que “Eran como adolescentes intentando ser papás. Y llegué a sentir que no me veían. No... No me veían”.
La difícil relación de Silvina Luna con sus padres
No recuerdo abrazos ni besos de su parte. Y hablamos de una época en la que la figura paterna es muy importante sobre todo en la vida de una mujer. Con el tiempo, lamentablemente, todas esas emociones se convierten en marcas”, afirmaba Silvina Luna con respecto a la relación con su papá, Sergio, quien trabajaba desde los 15 años y había tenido una infancia difícil, ya que había perdido a su mamá siendo muy chico.
El papá de Silvina murió a los 50 años, cuando estaba por comenzar sus años de retiro. Lo recuerda como "hosco, pesado y celoso”, define. “No dejaba que viniesen amigos a casa ni que me llamaran por teléfono... ¡Y menos si eran de Newell´s!”, bromea. “Había veces que él y yo pasábamos meses sin hablarnos, prácticamente sin relación”.
Silvina reconoció, además que en su casa el clima era hostil y que en algunas oportunidades su papá había ejercido violencia física hacia su mamá y que peleaban constantemente. Por ese motivo, a los 17 se fue de su casa y empezó a trabajar, mudándose de su Rosario natal a Buenos Aires.
Por otro lado su mamá, Roxana Chera, murió en 2008. De ella atesora uno de los recuerdos más felices de su vida: cuando le dijo que no trabajaría más. Su pérdida fue otro momento duro en la vida de Silvina y a ese episodio se refirió cuando fue como invitada a PH, Podemos Hablar , el año pasado.
Silvina Luna contó cómo fue la muerte de su mamá, Roxana
El momento del fogón es una de las propuestas de en donde las celebridades eligen remontarse a algún momento particular de sus vidas para cambiar algo de lo que hicieron. En esta oportunidad, Silvina Luna, una de sus invitadas, recordó la muerte de su padre producto de un infarto y la partida de su madre, seis meses después por un problema coronario luego de una discusión con ella.
“Estábamos haciendo el duelo con mis hermanos y mi mamá empezó a somatizar”, comenzó a contar en el ciclo de Telefe. “Nosotras teníamos una relación bastante imperfecta en donde nos peleábamos mucho, pero también nos amábamos”, agregó.
“Yo estaba haciendo teatro, en un momento volví a Rosario y la interné porque se sentía mal. Iba y venía entre Buenos Aires (y su ciudad). En un momento me llamó porque necesitaba que esté con ella. Yo estaba desbordada por todo el duelo de lo de mi papá. Le hablé mal, tuvimos una breve discusión y al rato me llamó su pareja diciendo que se había descompensado”, dijo.
“Fui con el auto y llegué tarde. Ella tenía un tema cardíaco, pero mi hermano ni yo sabíamos que se estaba muriendo. Me quedé con esa culpa mucho tiempo. La tuve que trabajar. Me hubiera gustado llegar, darle un abrazo y esas palabras que necesitaba”, rememoró sobre la situación que llevó a la muerte a su madre.
Silvina Luna y su renacimiento espiritual
Gracias a un gran trabajo interior, la mediática logró capitalizar sus vivencias, comprender a sus padres y usar sus emociones para vivir un presente positivo. “Mis viejos eran muy jóvenes, sin herramientas para el manejo de sus emociones y tratando de sobrevivir haciendo lo que podían con mucha frustración en sus propias vidas. Se veían en lugares sin elección y con bajadas de lo que debían ser, sintiendo que no existían otras posibilidades más allá de lo que veían”, analiza.
“Es muy importante dejar de pensar tanto y tomar responsabilidad de elección sobre qué hacer con esto que me pasó, deshaciéndome de culpas y de emociones que no me dejan avanzar”, explica. “Yo perdoné a mis viejos. Los amo y los honro con gratitud, porque sé que hicieron lo que pudieron”.
El Ave Fénix. Así se refirió a sí misma Silvina Luna tras superar la internación después del Hotel de los Famosos, en 2022. Tal vez ese poder de renacer una y otra vez sea la energía que la lleva a seguir adelante cada día, peleando para recuperarse. Que así sea.