Malena Guinzburg está pasando por uno de los mejores momentos de su vida, tanto a nivel profesional como a nivel personal. Y es que desde la llegada de Adrián a su vida, su percepción de las relaciones románticas y sus días cambiaron por completo, volviendo a confiar en el amor y a confiar en sí misma.
"Pensé que el amor era pasarla para el orto, pero desde hace dos años descubrí que era todo lo contrario. Tarda en llegar pero al final hay recompensa. Dos años con el amor de mi vida", escribió la actriz y humorista de 44 años presentando por primera vez, varias fotos inéditas de su novio.
Sin embargo, la historia de cómo nació este amor no es desconocida ya que varias veces la expuso en entrevistas. Todo comenzó por medio de la aplicación de citas Tinder, que Malena se había descargado con la intención de buscar nuevas experiencias, en el contexto de la pandemia y la plena cuarentena estricta.
"Le di una chance a la app de citas y gracias a eso conocí a mi novio. Reconozco que el chat es un buen filtro. Con él hubo poco boludeo. Empezamos a chatear un viernes, el domingo nos vimos y ya pasó a ser algo real", había contado la hija de Jorge Guinzburg, en diálogo con Revista Hola! hace unos años.
Por otro lado, Malena reconoció que una de las cuestiones que más ayudaron a que el romance fluyera fue el hecho de que él no tuviera perfiles sociales. "No usaba redes sociales, entonces yo no estaba pendiente de ver si me likeó, o de subir una foto para que le guste, o hacerme la interesante. Eso es re tóxico, porque una está analizando un mensaje durante horas o un like. Y como él no tenía redes, no hubo histeria", reveló en una nota en Infoshow.
El humor, como la base del amor
En otras declaraciones, la humorista destacó que Adrián es alguien con mucho humor y que la hace reír mucho, algo imprescindible para ella. Según destacó, no logra concebir "ninguna relación sin humor" ya que es algo básico para poder estar a su lado. A diferencia de Malena, Adrián tiene un perfil bajo, no pertenece al mundo del espectáculo y ama ir de vacaciones a la montaña.
Cabe estacar que, en varias oportunidades, Guinzburg planteó que había tenido muchos fracasos amorosos de los que hacía humor. "En el amor aprendí más de mis fracasos que de los éxitos. ¡Bah! En realidad, el tema es cómo transité cada relación y el hecho de haber tropezado varias veces con la misma piedra: algo que ya no quiero que ocurra", había afirmado, en diálogo con Revista Gente.