Amamos las plantas. En interiores o en exteriores, decoran, llenan de vida y son grandes aliadas para mejorar la concentración, la productividad y el estado de ánimo.
Si bien la lista de las especies resistentes y fáciles de cuidar es súper amplia y variada, hay que admitir que todas necesitan de ciertos cuidados...
La buena noticia, es que algunos fertilizantes pueden darnos una gran "mano verde" y hacer que nuestras plantas estén espléndidas y en flor durante más tiempo. Acá te contamos cómo podés hacer algunos caseros y naturales con ingredientes que seguro tenés en tu cocina.
- Fertilizante con bananas
Las bananas son una de las mejores opciones para aportar el potasio que tanto necesitan las plantas. Lo mejor de todo, es que preparar el famoso "té de banana" es súper fácil:
Paso 1. Herví varias cáscaras de bananas.
Paso 2. Dejá enfriar y luego colá el líquido.
Paso 3. En la época de floración, regá tus plantas con esa agua. Y listo.
- Fertilizante con lentejas
Las lentejas son semillas que tienen en su poder vitaminas B, ácido fólico, y minerales como el potasio, calcio, fósforo, magnesio, hierro y zinc. Estas propiedades son grandes aliadas para nutrir la tierra en la que habita la planta y para enraizar.
Y como si fuera poco, también pueden ayudarnos a ahuyentar plagas y evitar enfermedades en nuestras amadas plantas. Acá te contamos cómo hacerlo:
Paso 1. En un litro de agua, colocá 5 cucharadas de lentejas crudas y licúa hasta que quede un líquido semiespeso.
Paso 2. Colá bien para eliminar cualquier trozo grande de las lentejas, dejando solo un líquido que es el que vas a usar como fertilizante para tus plantas.
Paso 3. Colocá ese líquido en una botella con pulverizador para que la aplicación sea más simple.
Paso 4. Al momento de regar tus plantas con este fertilizante casero y natural, es clave hacerlo directamente sobre la tierra.
Para que los resultados sean aún más positivos, podés repetir este procedimiento una vez a la semana o cada 15 días.
Ventajas de los fertilizantes orgánicos
Los fertilizantes orgánicos, es decir, a base de productos naturales, aplicados en dosis correctas, hacen que las plantas crezcan con más fuerza y se mantengan siempre espléndidas.
- Permiten aprovechar residuos orgánicos.
- Aumentan la actividad microbiana del suelo.
- Recuperan la materia orgánica del suelo favoreciendo así la retención de nutrientes.
- Mejoran la aireación, porosidad y drenaje.
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