Lisa Cerati, la hija del recordado Gustavo Cerati, fue estafada en una reventa de entradas para el concierto de Luis Miguel. Lisa, hermana menor de Benito Cerati, lo contó en una Historia que subió a su cuenta de Instagram.
"Hola, les cuento. Recién fui estafada con lo de Luis Miguel", comenzó contando la joven, en un video que grabó en la noche del sábado mientras caminaba por la calle, tras escribir sobre su imagen: "Me quiero morir".
"Compré acá, por Instagram, confié de más en una cuenta y me recontra mil cagxxxx", agregó, señalando su teléfono celular.
"Estoy acá en el Movitar volviendo y nada, para que sepan voy a compartir para los que quieren ver a Luis Miguel y quieren reventa, les voy a compartir el perfil y el código de venta para que no confíen", añadió Lisa, antes de reírse nerviosamente.
Luego, Lisa mostró tanto el perfil como el número de orden de la supuesta compra que realizó, operación en la cual fue claramente estafada. Y contó que en la boletería del Movistar Arena le dijeron que esa misma persona ya había estafado "como a cien personas".
Luego la hija de Cerati mostró el perfil de la supuesta persona que la estafó (lugeo mostró que es un perfil hackeado) y escribió: "Ya está, solo quiero compartir esta experiencia para que estén atentos. Estoy en shock, jajaj. Gracias amigos".
Y agregó con buen humor: "Me voy a un bar a cantar canciones de Luismi por karaoke". Más tarde, la joven republico la conversación que tuvo con la mujer del perfil hackeado, usado por los delincuentes para estafar. "Lamentablemente estafó a muchísima gente", dijo entre otras cosas la persona.
Lisa terminó explayándose sobre la falta de controles en las redes sociales. "Tiene que empezar a haber más amparo en las redes sociales por parte de las aplicaciones, las autoridades y la ley. Desde el bullying cibernético hasta las estafas, estos lugares son un paraíso para personas perversas e infelices. No puede haber tanta impunidad para estas personas y que se salgan con la suya", escribió.
Y agregó: "Hay daños severos. Lo económico (en el caso de una estafa) es mínimo comparado con lo psicológico que puede generar cierta gente con sus comentarios/acciones en estos medios. Basta de esto. Tiene que haber reglamentaciones mucho más fuertes para evitar esto. ¿Hasta cuando?
