Fue en abril cuando Mariano Cáceres, un empleado de seguridad privada de la provincia de Santiago del Estero, conmovió a la audiencia de "Los 8 escalones" contando su caso. El hombre, que logró ganar un premio millonario, reveló que necesitaba el dinero para el tratamiento oncológico de su hija Agustina, de 14 años.
La pequeña, que padecía un exrtraño tipo de cáncer, murió hace pocos días, el domingo 3 de septiembre tras necesitar una internación de urgencia por un fuerte dolor de cabeza derivado de enfermedad. Sus restos fueron velados en el Polideportivo Municipal de Beltrán, y enterrados el lunes 4 de septiembre en el cementerio de su ciudad.
Poco después, Mariano le contó a TN que su niña pudo tener la fiesta soñada de quince años. "Era lo que ella más quería. Y nosotros, como papás, también. Ella eligió el vestido, eligió el color -rosa- y todos sus familiares, amigos y compañeros de colegio estuvieron ahí", reveló el papá de la pequeña al medio citado.
La fiesta se llevó a cabo el 14 de julio en Crash, un boliche del pueblo de Beltrán, prestado para la familia por su dueño. Mariano reveló que su cuñado compró la carne, su cuñada se hizo cargo de la mesa dulce y que ellos pagaron el resto. "Vinieron familiares desde Buenos Aires. Fue muy emocionante", recordó el santiagueño.
El ex participante del programa de Canal 13 explicó que el dinero que ganó en el programa que conduce Guido Kaczka le permitió pagar todo y, además hacerse cargo del viaje de egresados de Lara, su hija mayor, que tiene 17 años y está terminando el secundario.
"Nadie está preparado para despedir a un hijo. Si bien había muchas cosas que indicaban que podía pasar lo que finalmente pasó, uno nunca imagina un desenlace así. Siempre conservás la esperanza de que todo va a salir bien", resumió a TN el papá de Agustina.
Y concluyó: "Nos quedará aprender a convivir con este dolor. Hay que fortalecerse por Lara y Facundo -su hijo menor, de 7 años-, por mi señora, mis padres. Agus siempre será la luz de mis ojos".
La historia de Agustina Cáceres: la adolescente que nos hizo llorar en "Los 8 escalones", peleó contra un cáncer hasta el final y soñaba con ser doctora
Mariano Cáceres había viajado con su hija, Agustina, para seguir el tratamiento oncólogico en el hospital Garrahan. Como necesitaban dinero para los gastos médicos, y festejó con su hija. La imagen de padre e hija abrazados hizo llorar a todo el país que hoy está conmovido por la noticia de su muerte.
Hoy Mariano y Noelia, sus papás, junto a sus hermanos, Lara (17) y Facundo (6), viven la despedida más dolorosa. "Agustina fue una chiquita que nos ha dado el ejemplo de lo que es amar y vivir, pero gracias a Dios ya dejó de sufrir y ya está con él", le dijo el papá al diario El Liberal. Su mamá destacó la fortaleza de Agustina y agradeció el acompañamiento de todos los vecinos de Beltrán a lo largo del tratamiento y en este complicado momento.
"Agus nos ha dejado una enseñanza de fortaleza, de levantarse las veces que sea necesario. La estamos despidiendo con mucho dolor. Ha luchado mucho. Ella descansa después de sufrir mucho. Es nuestro orgullo, la niña que siempre hemos querido tener, pero ahora tenemos que dejarla partir", expresó Noelia en diálogo con Radio Panorama.
"Estamos orgullosos de ella por su valentía, y le pedimos que nos dé fuerzas… En este tiempo hemos sido pilares, ella para nosotros y nosotros para ella, para que ninguno decaiga. Gracias a Dios siempre hemos estado unidos", destacó.
"Era muy creyente y tenía mucha esperanza de salir adelante, de no llegar a este punto […] Pero muchas veces hay cosas que escapan a las posibilidades de los médicos, y es ahí cuando se deben poner las cosas en manos de Dios, que es quien acomoda todo", expresó su papá.
También destacó que los últimos días de Agustina fueron felices, a pesar del dolor. Él pudo cumplirle el sueño de festejar sus 15 años con vestido y todo. "Ha tenido sus últimos días felices, porque tuvo su cumpleaños de 15 que era lo que más quería, nos ha dicho que ese día fue el más feliz de su vida", dijo.
La lucha de Agustina
En 2018, cuando tenía 10 años, Agustina empezó a sentir molestias en el ojo derecho. "Se le cerraba el párpado. Nos decían que tenia ‘ojo vago’ (como se conoce a la ambliopía, que produce una disminución en la agudeza visual), astigmatismo. Nos decían que se iba a ir con ejercicios, pero cada vez era peor", le contó Noelia a TN.
En un principio le habían detectado un rabdomiosarcoma (RMS) ocular, pero luego le encontraron un tumor en la base del cráneo, razón por la cual la operaron. "La familia decidió trasladarse a Buenos Aires y hacer una consulta en el Garrahan, donde los médicos constataron la presencia de un tumor rabdomiosarcoma, un extraño tipo de cáncer que se forma en el tejido blando. "A ella le salió en su ojito y le hicieron un vaciamiento ocular. Pero lamentablemente le volvió a salir", contó su mamá.
Su mamá se había quedado en Beltrán junto a los otros dos hijos de la pareja. A principio de año, el nuevo diagnóstico obligó a Mariano a viajar con Agustina a Buenos Aires para un tratamiento más agresivo: "Era un cáncer muy invasivo y no es operable", comentó Noelia. En el último tiempo, Agustina se había sometido a 20 sesiones de radioterapia. Pero no alcanzó.
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