Meghan Markle no sólo se destaca por ser pareja del príncipe Harry sino por estar siempre pendiente con las últimas tendencias. Y uno de los tonos más favorecedores de esta temporada que se viene es el turquesa, que resulta llamativo y luminoso y que además, según los expertos, da la sensación de juventud.
Esta primavera 2023 se va a caracterizar por la presencia de la paleta de los azules, en todas sus tonalidades, y en especial este color. Por ese motivo, la ex actriz eligió para la ceremonia de clausura de Juegos Invictus, un increíble vestido turquesa y strapless, que no pasó para nada desapercibido.
Markle lució un vestido Cult Gaia Raylene, con bordado floral, sin tirantes y con detalles de recortes. Lo combinó con unos zapatos en tono crema de la firma Aquazzura y como accesorios principales, eligió un brazalete dorado "Love" de Cartier y unos pendientes con diez diamantes de la joyería Kimai.
En cuanto a su beauty look, la duquesa de Sussex llevó el cabello recogido con un rodete, permitiendo dejar admirar sus hombros y espalda. En su make up, se destacó el smokey eyes en sus ojos y un tono rosa nude con algo de gloss en sus labios, conservando una base luminosa en su piel, un maquillaje ideal para una salida nocturna.
Por su parte, el hijo menor del rey Carlos III optó por algo más tradicional y sumamente clásico para este tipo de eventos formales: blazer y camisa negras, con pantalón de vestir a tono. Anteriormente, Harry había llevado un look similar pero con camisa blanca, sin perder su estilo más convencional. En ese caso, Markle había marcado tendencia con el uso de los tonos tierra, otra de las novedades que se vienen.
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