El singular departamento de la diseñadora de interiores, psicopedagoga y coleccionista de arte Regina del Carril fue uno de los más destacados de la revista Para Ti Deco.
Diversas épocas, estilos y colores se combinan en sus ambientes, todos enriquecidos por exquisitas obras de arte. Un departamento con una impronta particular, pensado para recorrer con los cinco sentidos. Acá te mostramos algunos de los espacios más destacados.
El escenográfico hall de entrada marca el ritmo de todo el departamento, con sus paredes en azul intenso y unas pinturas con imponentes marcos (El Sótano) que acentúan su espectacularidad. Consola cromada (Landmark).
En el living se refleja la impronta de Regina: la fusión sin censuras de distintos estilos, con muebles antiguos restaurados y objetos contemporáneos. Diversas obras de arte dan la nota en cada rincón: cuadros de Federico Lanzi, Matías Duville, Amaya Bouquet, Fernando Brizuela y Rogelio Pollesello, visten las paredes.
Frente a este escenario de trazos y formas, la decoración apela a los tonos neutros, con un Chesterfield tapizado en cuero gris perla, un sofá de terciopelo en el mismo tono, dos poltronas individuales con base giratoria (Piazza Navona) y dos silloncitos mostaza que dan un volantazo de color (El Sótano). Como apoyo, una mesa baja comprada en Punta del Este y un par de auxiliares (Duveen) al costado del sillón. Las lámparas de mesa son adornos antiguos intervenidos por Regina con el interior en papel plata.
Un comedor del under, con el azul profundo como protagonista. Regina se inspiró en la obra “Constelaciones” de Matías Duville para diseñar un comedor sensorial, que recrea la sensación de estar en el universo.
La mesa incorpora en un extremo a la bacha, ambas materializadas en Silestone. La acompañan unas sillas con tapizado en pana francesa de distintos colores (Paul Deco) todos inspirados en la misma obra de Duville. Como centro de mesa, una cacatúa antigua adquirido en Galería Roldán. Los apliques de bronce son art decó.
Regina siempre quiso tener una barra para recibir invitados y plasmó su deseo con un diseño exclusivo de Martin Roig. A un costado se destaca una obra lumínica de neón realizada por Dolores Casanegra que inmortaliza una frase de Jorge Luis Borges que reza: “Que el cielo exista aunque nuestro lugar sea el infierno”. Sobre la barra se aprecian múltiples objetos de diseño y obras de arte, entre ellos, una escultura de Fernando Brizuela, una obra de Federico Lanzi y una lámpara de mesa de Piazza Navona. Banquetas (El Sótano y Mutate).
Un toilette mega rockero, con un juego de texturas a cargo del alisado negro combinado con unas guardas de acero, donde se destaca una obra de Manuel Larralde -la Virgen de Guadalupe- realizada en espejo. Sobre la otra pared, una pequeña obra de Keith Haring. La bacha rojo intenso es de Silestone.
La cocina y el playroom se integran en un ambiente moderno y totalmente claro: pisos de cemento alisado blanco, alacenas en madera con terminación laqueada en blanco y mesadas de Silestone, por supuesto en riguros blanco.
Del lado del playroom, una gran biblioteca en madera laqueada acomoda la televisión, libros y diversos objetos. En un extremo, se destaca la obra sobre espejo de Diego Roa, El Principito. Una poltrona de madera y cuero de los años 70, un sillón de tres cuerpos (Walmer) y un set de mesas bajas con estructura de hierro y tapa de Neolith hacen equipo con una escultura amarilla de Colo Sartori y unos taburetes bajos (Mónica Melhem).
El dormitorio es ecléctico, con un toque oriental y romántico. Sobre la pared cabecera se destaca un biombo estilo japonés que marca el ritmo del cuarto, en conjunción con la cama King size forrada en en terciopelo amarillo y con respaldo medio arco. Como pie de cama, una manta de Burberrys. Las mesas de luz son de caña y llevan ámparas de mesa (Piazza Navona). Como dressoire, una antigua mesa de Backgammon sin tapa, con fichas verdes a la vista que juegan con el tono de la banqueta cromada tapizada. Un surtido de obras de arte se apodera de las paredes.
El escritorio de Regina, integrado al dormitorio principal y con salida al balcón terraza, aparece custodiado por un gran cuadro del artista Grillo Demo, artista y amigo de Regina Del Carril. Una alfombra en tonos ocre (Churba) suma su fuerte presencia sobre el mueble antiguo y espejado, de estilo francés con una lámpara de mesa retro en vidrio negro. Un silloncito art decó con su apoyapiés, ambos tapizados en en pana, se suman desde un rincón y completan esta combinación única de estilos y épocas.
Íntegramente revestido en mármol, el baño en suite recibe con una majestuosa puerta de entrada en vitraux, rescatada de una demolición del partido de Cañuelas. Una banqueta francesa tapizada (El Sótano) se arrima a la bañadera excenta. De fondo, impactante, la obra Juan Becú.
Regina diseñó un cuarto adaptado a las necesidades de su hijo Iñaki, que nació con parálisis cerebral. Alegre y cálido, confortabe e híper funcional, el espacio le da prioridad a los tonos claros y aparece rodeado de arte y libros de cuentos.
El ambiente tiene un baño integrado, con claraboyas de luz y accesibilidad para que circule la silla de ruedas. Los pisos son de porcelanatos antideslizantes con diseño personalizado de estrellas. Sobre la pared del escritorio, diseñado a medida, se destaca un cuadro con los rostros de Iñaki y Mía, realizado por Diego Roa. Sillas de escritorio (The Stock.)
La cama ortopédica, con un colchón especial adaptado a las necesidades de Iñaki, suma un cálido respaldo en lino natural en combinación con la ropa de cama. Remata un afiche de la película Ashes and Snow, de Gregory Colbert. Lámpara colgante (Mutate).
El cuarto de su hija Mia, fue cambiando a través del tiempo. La icónica lámpara de flores de papel de Ikea destaca sobre la cama tapizada en lino. Sobre la cabecera, una obra de arte realizada en grafito y adquirida en Barrio Joven de ArteBa, y como pie de cama, una banqueta de estilo francés retapizada en terciopelo color gris perla dando un toque romántico.
Grandes ventanales de vidrio le dan apertura a una terraza soñada que permite el lujo del combo parrilla + mini pileta en plena ciudad. La continuación del piso de los interiores, en porcelanato italiano, brinda una sensación de amplitud única. Se destaca aquí un jardín vertical con espejo de agua donde se sitúa la obra Luna, de Eugenio Cuttica, Luna.
En el sector parrilla, un juego de living con sillones de madera quemada de Eduardo Blaquier. Entre las macetas, Regina posee al santo de los jardines y un Querubín de mármol, un regalo muy preciado de una gran amiga.
Producción: Vicky Blanco.
Fotos: Alejandro Carra.
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