En épocas donde las uñas son muy importantes a la hora de la presentación, cuidarlas de la mejor manera siempre resulta importante. Aunque lograr tenerlas sanas y que no se quiebren suele ser todo un desafío, en especial si las tareas cotidianas dificultan cuidarlas.
Tres pasos para nuestra manicuría ideal
Para lograr que nuestras uñas se mantengan sanas y fuertes, lo importante es tener en cuenta tres cuestiones básicas: por un lado, evitar el uso de productos químicos que terminan por dañarlas, evitar la exfoliación muy abrasiva que también provoca que se pongan débiles y un cuidado poco eficiente de las mismas.
También se debe tener en cuenta que desde nuestro hogar, se deben adoptar ciertos hábitos y costumbres para mejorar la salud de las mismas. Por ejemplo, utilizar siempre guantes al realizar tareas de jardinería o de lavado, ya que los diferentes productos terminan por dañar no sólo nuestra piel sino también a nuestras uñas.
Otro tema a destacar es la cuestión de morderse las uñas, algo que realizan muchas personas debido al estrés o a la ansiedad, y que amenaza una buena manicuría. Para esto, un viejo truco es utilizar esmaltes con sabor amargo o agrio, algo que parece evidente pero que tiene muy buenos resultados para combatir este problema.
Una buena exfoliación hace el cambio
De acuerdo con los expertos, hay tres productos que no pueden faltar a la hora de cuidar nuestras uñas: exfoliante, crema de manos y aceite. El primero se debe utilizar una o dos veces por semana, aplicándolo con suaves masajes. Mientras que la crema debe tener propiedades hidratantes para evitar el resecamiento y la escamación. Por último, el aceite debe dar las propiedades necesarias para nutrirlas.
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