Piel enrojecida, pequeñas ronchas, manchas, hipersensibilidad... pueden ser signos de que tu piel no está tolerando bien tu perfume.
Según los expertos, el simple hecho de pulverizar una fragancia sobre la piel cuando hace calor puede ser un riesgo con diferentes consecuencias.
El sol directo sobre la piel perfumada, el sudor o los componentes mismos del perfume pueden generar irritación y hasta la aparición de manchas.
Los aceites esenciales presentes en la fórmula de las fragancias también pueden ser irritantes en este contexto, además del alcohol que muchos suelen tener.
Cristina Galmiche, experta en el cuidado de la piel, explica cómo estos ingredientes, al ser aplicados sobre la piel y con la presencia del sol, pueden generar una reacción. “La fototoxicidad provocada por un cosmético se genera debido a la formación de metabólicos tóxicos que acaban multiplicando los efectos nocivos de la radiación solar”, señala.
La especialista explica, además, sobre los aceites esenciales, “muchos de ellos contienen en su composición furocumarinas, que son unas sustancias con capacidad de absorber la radiación UV, amplificando sus efectos negativos”, por eso desaconseja -sobre todo- el uso de fragancias cítricas antes de exponernos al sol.
Cómo cuidar tu piel
Por lógica, las zonas del cuerpo que se verán más afectadas ante la exposición solar serán aquellas que pulvericemos con perfume, generalmente, muñecas y cuello. Ante esta posibilidad lo que aconseja la experta es pulverizar la ropa en lugar de la piel, con lo que evitaremos problemas, sin resignar oler como más nos gusta.
Cabe destacar que las pieles reaccionan cada una a su manera, por lo que la fototoxicidad puede presentarse de diferentes formas, “aunque las más comunes sean el enrojecimiento, prurito, quemadura o incluso manchas/hiperpigmentación y el aparecimiento de ampollas”, señala Cristina Galmiche.
Qué pasa con el sudor
Es fundamental entender que la fototoxoicidad solo se produce por acción del sol sobre la piel perfumada. No obstante, el sudor -frecuente cuando hace calor- también entra en la ecuación, por lo que las opciones de alergia se multiplican.
“Muchas personas refieren molestias y lesiones cutáneas por la transpiración, aunque esto no es considerado una alergia de por sí", aclara la experta. Lo que puede empeorar con el sudor son las dermatitis o las pieles con acné.
Al aplicar perfume sobre una piel sensibilizada por el sudor, se puede producir una sensación de calor o picazón, por eso no es recomendable usar perfumes que contengan alcohol.
Cómo prevenir y tratar la piel
Para evitar estos inconvenientes, primero, se aconseja no usar perfumes antes de exponernos al sol o, en caso de utilizarlos, estar atentas a su composición, mantener ciertos ingredientes a raya o recurrir a barreras entre la piel y el perfume.
El layering, por ejemplo, es una opción bastante interesante. Consiste en aplicar crema hidratante antes del perfume para generar una barrera oclusiva y protectora.
Es recomendable evitar el uso de cosméticos fotosensibles antes de exponernos al sol, explica Galmiche. En cuanto al perfume, aplicarlo en la ropa o durante la noche.
Ante una reacción no deseada en la piel, lo primero que debemos hacer es suspender el uso de perfume y evitar la exposición solar. Luego, limpiar la piel con productos que no sean agresivos o abrasivos y priorizar la hidratación de la zona con productos adecuados. “Dependiendo del grado de irritación podemos necesitar acudir al dermatólogo”, recomienda la experta.
En el caso de que hayan aparecido manchas, el profesional deberá determinar su origen para indicar su tratamiento, que puede ser con cosméticos o aparatología, de acuerdo a las características de la misma.
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