¿Cuáles son los mejores trucos para potenciar el crecimiento saludable de las uñas? Más allá de los cuidados generales que le brindemos y alimentarnos bien, hay tres cosas que tenemos que evitar si queremos conseguir que crezcan fuertes y sin tendencia a quebrarse: la exposición directa a los productos químicos, la exfoliación demasiado abrasiva y un cuidado de las manos deficiente.
Cabe destacar que el correcto crecimiento puede verse afectado por determinadas patologías médicas o por nuestro estilo de vida. Las cuestiones médicas debemos abordarlas con nuestro dermatólogo pero los hábitos podemos modificarlos y, así, lograr nuestro objetivo.
Cómo cuidar las uñas
Hábitos muy simples, como usar guantes al lavar los platos o hacer trabajos de jardinería harán que notes una gran diferencia.
Es que exponer las uñas al agua, la tierra y a los productos químicos que usamos para limpiar las debilitan y las secan. De ser posible, también hay que ser cuidadosa con los productos de higiene personal que utilizamos, deben ser jabones suaves que no contengan surfactantes en su fórmula y evitar lavar las manos en exceso.
Otro gran problema par algunas personas es el mal hábito de morderse las uñas, una manía que muchas personas han adquirido simplemente por aburrimiento, nervios o ansiedad. Para ayudar a desterrarlo existen productos que se aplican sobre la uña y, al llevarloas a la boca, desencadenan un sabor amargo o a limón agrio.
Una buena rutina para el cuidado de manos y uñas
En el diseño de nuestra rutina aplicamos el mismo principio que para el rostro: usar pocos pero buenos productos. Los expertos recomiendan invertir en tres: exfoliante, crema de manos y aceite.
Como exfoliantes, se pueden usar los de tipo mecánico que usamos para el rostro, ya que suelen tener un grano más fino que los corporales y respetan la delicada piel de las manos. Este producto se aplica una vez a la semana mediante n suave masaje circular. Si notás que la piel se irrita, deberás probar con uno más suave.
Después se procede a la hidratación mediante una buena crema, para evitar que las manos y las uñas se resequen y se escamen. Esto podés repetirlo cada vez que mojes tus manos, para darle una capa protectora.
El tercer paso es aplicar un aceite para cutículas que suavizará las pieles que se endurecen alrededor de la uña, nutriendo su nacimiento para que crezcan sanas y fuertes.
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