La mayoría de las personas han pasado al menos una vez en su vida por esta experiencia llamada enamoramiento y que a diferencia del amor genuino o verdadero su duración es mucho más breve.
La etapa de enamoramiento suele ser para algunas personas, la más bonita en el inicio de una relación. Pero es la más ilusoria, en ella se suscitan respuestas orgánicas y psicológicas que para algunos investigadores puede llegar a tener algo de locura.
En el hinduismo existe la creencia de que el ser humano está cegado por Maya, o sea por la ilusión e irrealidad de las cosas que son como espejismos que mantiene a las personas en un estado de esclavitud y que la mejor manera de liberarse es buscando la verdadera comprensión y el conocimiento que hay detrás de todo.
Por qué muchas veces, además de subirnos a un estado de maravilloso bienestar, casi de locura, también podemos caer en un estado de profunda tristeza y desilusión, con la sensación de que nunca vamos a dejar de sufrir.
Eso también es ilusorio, porque más tarde o más temprano recuperamos el alma que se ha perdido e iniciamos nuevamente la búsqueda de un gran amor o de algún otro camino que nos enamore.
La magia del enamoramiento se inicia con la atracción inconsciente por una persona y dará lugar a un estallido químico compuesto por, dopamina, norepinefrina, feniletilamina, oxitocina y serotonina que revolucionará nuestras emociones provocando un subidón de energía, felicidad, sentimientos contradictorios, caóticos y de profundo éxtasis.
¡¡Y no sólo se trata de un cóctel de hormonas!! También se elaboran estrategias de conquista en la que dejamos en sombra, aquellas características de nuestra personalidad que no nos ayudarían en ese plan de conquista y utilizamos una máscara que reúna todas las cualidades necesarias para alcanzar la meta. Ese proceso, es casi siempre inconsciente y digo casi, porque hay quienes lo hacen con maliciosa intención como en el caso de las personas psicópatas de las que seguramente te contaré más adelante.
Tanto la máscara como la sombra son parte de nuestra personalidad y se forman desde muy temprana edad, están en todo momento tengamos consciencia de ello o no. Ahora bien, en el plan de conquista, a esa máscara que tenemos le agregamos otros adornos, brillos, colores, como las atractivas máscaras venecianas.
Con total fascinación mostramos nuestra mejor versión y vemos también la mejor versión de la otra persona y junto con las sustancias químicas que te mencione, entramos en esta etapa psicobiológica llamada enamoramiento, que dura alrededor de un año. Pero cuando estas sustancias disminuyen en nuestro organismo y los adornos de la máscara se empiezan a caer, la magia inicial termina y para dará paso al amor genuino o a la culminación de esa relación.
Qué podemos hacer
Conocer el origen de este estado de fascinación, producto de las respuestas orgánicas y psicológicas al inicio de un vínculo, te permitirá comprender que una vez finalizada esta etapa el enamoramiento puede transformarse en una relación genuina de amor verdadero. Tal vez sin tantas ansiedades ni dependencia emocional, sino un estado de mayor calma y serenidad, la efusividad de la primera etapa desciende y el sentimiento real se va haciendo más evidente.
En caso de que la relación termine, evitá sentirte culpable creyendo que vos hiciste algo mal y tampoco caigas en autorreproches. Nada de eso podrá ayudarte, al contrario, estarías maltratándote en lugar de acompañarte amorosamente.
A veces el problema se da, cuando no somos capaces de aceptar que la magia y la ilusión de que lo podría haber sido, NO será y persiste la idea de insistir e insistir, lo que sólo se conseguirá será sufrimiento, frustración y angustia. Por lo tanto, la recuperación será más lenta y la sensación de no encontrar paz puede durar mucho más tiempo.
Si esto llegara a pasar, busca ayuda pronto para que el tiempo de recuperación sea más rápido y resulte una experiencia de aprendizaje para no repetir ese patrón y que tus vínculos no estén entorpecidos por el velo de Maya. Te deseo todo el placer que mereces.
Fuente: Licenciada Elizabeth Schulz. Psicóloga. Especialista en psicología analítica. Sexóloga clínica y educativa acreditada por FESEA. Presidenta de la Federación Sexológica Argentina. FESEA.
Presidenta de la Asociación de Educación Sexual y Sexolólogica de Bahía Blanca. AESYS
Directora de Carmenta, Instituto de psicología y sexualidad femenina.
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