Cuidar la piel del cuerpo de manera adecuada es tan importante como cuidar la piel del rostro. Y como ya estamos en la época de lucirla, donde la ropa es más reveladora, qué mejor que ponerla a punto para mostrar su mejor versión.
Nuestra piel requiere siempre cuidados, sobre todo cuando van pasando los años y sus necesidades de nutrición e hidratación aumentan.
Armar una rutina no es complicado, la podemos integrar en nuestros rituales de higiene diarios y, así, obtener resultados en poco tiempo. Te contamos qué deberías tener en cuenta:
1- Hidratala todos los días: aplicar una crema hidratante corporal después del baño te ayudará a mantener la piel suave y flexible. Buscá cremas con ingredientes como la manteca de karité, aceite de coco o aceite de almendras, que ayudan a mantener la piel hidratada.
2- Realizá una exfoliación regularmente: entre una y dos veces por semana, con buenos productos que no resulten abrasivos, podés ayudar a tu piel a renovarse arrastrando las células muertas, mejorando la circulación. Además, esto ayuda a que los productos hidratantes sean absorbidos de manera más efectiva.
3- Protegela del sol: No olvides proteger tu piel corporal de los rayos UV aplicando protector solar en áreas expuestas, especialmente si vas a estar al aire libre por largos períodos de tiempo.
4- Tené en cuenta el cuidado de zonas específicas: prestá especial atención a áreas propensas a sequedad como codos, rodillas y talones. Utilizá cremas, lociones o mantecas específicas para estas zonas.
5- Masajes y automasajes: masajear la piel del cuerpo puede mejorar la circulación y la apariencia general de la piel, además de ser un mimo para vos que te generará un bienestar. Podés hacerlo vos misma o acudir a una especialista, considerá usar aceites aromáticos o lociones nutritivas.
6- Alimentación equilibrada: por tu piel y tu salud, procurá mantener una dieta saludable rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables.
7- Hidratación interna: beber suficiente agua es fundamental para mantener la piel hidratada y radiante. El agua ayuda a eliminar toxinas y a mantener la piel saludable desde adentro.
8- Evitá duchas muy calientes: porque el agua caliente puede resecar la piel.
9- Usá ropa cómoda y transpirable: así tu piel respirará mejor. Optá por prendas de materiales naturales como el algodón o el lino en primavera y verano, ideales para mantener la piel fresca y prevenir la irritación.
10- Descanso adecuado: es esencial para la salud general de la piel. Tratá de dormir lo suficiente para permitir que la piel se repare y se regenere.
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