1- Establecé prioridades
La organización es la base del éxito: no todos los problemas tienen la misma urgencia y hay cosas que, poniéndonos una mano en el corazón, se pueden postergar. Plasmá los pendientes en un cuaderno o en tu organizador del celular, con fechas límites y con pequeñas metas a cumplir cada día. Así se verá todo más posible de lograr y te resultará menos abrumador.
2- Descargá mente y cuerpo
Practicar de manera regular actividades como relajación, meditación, mindfulness o yoga te ayudará a neutralizar la activación fisiológica del organismo que produce el estrés y te proporcionará un mayor control de las emociones.
3- Armonizá tus ambientes
El confort es fundamental para funcionar bien. Procurá mantener un orden mínimo para tener despejados tus lugares de descanso. Optá por iluminación tenue y agradable para los momentos de relax. Encendé velas, sahumerios o aromatizantes que te llenen de bienestar.
4- Despejá
Una caminata de 5 minutos, sacar a pasear a tu mascota, escuchar algo de música. Hacer intervalos en medio de tus obligaciones es la clave para resetar tu energía mental y física.
5- Trabajá cómoda
Si hacés homeoffice, elegí una silla cómoda, ropa liviana y un calzado confortable. Si usás computadora portátil, ponete cerca de una ventana para recibir luz natural, salí a trabajar al patio, al jardín o al balcón. El aire libre es renovador y relajante.
6- Bocados saludables
Si estás demasiado ocupada para cocinar, llená la heladera y la despensa de bocados saludables: frutas, yogurt, frutos secos, barras de cereal, bandejitas de ensaladas pre-listas, quesos. Tener cosas a mano para consumir sin demasiada elaboración te dará la cuota de energía necesaria sin hacer demasiado esfuerzo.
7- Bebidas renovadoras
Tomar agua durante el día es una sana costumbre y algo necesario para que tu cabeza y tu cuerpo funcionen bien. Podés tener a mano infusiones deliciosas y reconfortantes para evitar abusar del café o de las gaseosas. El hibiscus, la manzanilla, el tilo o el té verde se toman en caliente o frío y son sumamente deliciosas.
8- Tomá un baño relajante
Una ducha tibia o un baño de inmersión son sumamente placenteros para dejar atrás un día agitado. Aunque te hayas bañado por la mañana, podés repetirlo antes de irte a descansar para recompensarte por tu esfuerzo. Aprovechá para usar tus productos cosméticos favoritos y darte un mimo sensorial.
Fotos: Pinterest
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