El Ayurveda nos enseña cómo vivir en sintonía con la naturaleza. Nos ilumina sobre los ritmos circadianos y cómo implementar nuestras rutinas diarias para vivir con estos ritmos, para ir con el flow, la danza de la naturaleza y del cosmos, en vez de ir en contra. Y también nos enseña rutinas estacionales o ritucharyās.
Se trata de adoptar rutinas para mantener nuestro equilibrio y prevenir enfermedades durante el período de transición entre estaciones, cuando los cambios en el clima a nuestro alrededor pueden tener un impacto enorme en nuestra salud física y mental. Sin duda, una de las características del Ayurveda que más me apasiona es la relación íntima y de observación profunda que mantiene con la sabiduría de la naturaleza.
Adaptarnos a los cambios estacionales se vuelve crucial si queremos evitar enfermar. Lamentablemente no existe mucha educación en estos temas en la actualidad. El Ayurveda nos ilumina con guías ancestrales que explican claramente cómo adaptar nuestra alimentación, vestimenta y actividades a los cambios a nuestro alrededor.
Se sabe que muchas de las enfermedades del estilo de vida de la era moderna, se deben a una relación inapropiada de las personas con el entorno. Creo que el conocimiento que nos dejaron los sabios de la India es una bendición que puede traer mucha salud al mundo en el que vivimos hoy donde nos hemos olvidado que somos parte de la naturaleza y en cambio vivimos en un estado de separación constante. Olvidamos, perdimos, las formas instintivas de adaptarnos al entorno y sanarnos a nosotros mismos.
La industrialización ha hecho que tengamos disponibles casi todo el año los alimentos de las cuatro estaciones, y no podamos observar sus diferencias y lo que trae cada temporada. Además, nos pasamos la mayoría del tiempo encerrados o adentro de espacios climatizados o acondicionados y así se hace más fácil aún olvidar nuestra verdadera naturaleza y cómo son los ritmos del afuera.
Entonces, tomamos helado en invierno en un ambiente calefaccionado, o comemos un guiso en verano en un clima acondicionado. ¿Raro no? ¿Te tomarías un helado en un banco en una plaza en invierno, con guantes, gorro y bufanda? ¿O un bowl de sopa caliente a orillas del mar en una playa ardiente de verano, o peor, en el microcentro porteño? Seguro que no… Nuestro instinto es siempre en pos de la salud si sabemos prestarle atención. Actuar en contra de nuestra naturaleza, suele enfermarnos.
Cuando comemos en discordancia con lo que necesitamos, incluso aunque la comida sea saludable, puede generarnos disbalances. Siempre digo que comer lechuga no es sano para todos, para una persona desequilibrada con insomnio, dolores musculares, piel seca y ansiedad, en otoño, puede ser veneno. Vivir ayurvédicamente es vivir de acuerdo a las estaciones. El futuro es ancestral. Podemos hacernos cargo, y empoderarnos, a través de las enseñanzas del Ayurveda.
Tips para una vida mejor
• ¡Cúrcuma querida!: Podés incluirla más que nunca en tus tés y comidas, y hasta hacerte un shot antialérgico, antiinflamatorio y antirreumático con: 1 cucharada de café de cúrcuma en polvo, más 1 cucharada de miel, si consumís, más agua tibia, y tomarlo 1 a 3 veces por día.
• Gracias miel: Si te sentís embotado, lento y pesado, podés tomar una taza de agua caliente después de comer con una cucharita de miel. Reservá el uso de miel, si podés, solo para lo medicinal y no para untar tostadas. Las abejas son importantes para la salud del ecosistema y están en extinción.
• Especias: La idea es ir cambiando de a poco de especias calentantes como pimienta larga, pimienta negra, semillas de mostaza, clavo de olor, entre otras, a especias enfriantes, como el regaliz (precaución en personas hipertensas), las semillas de hinojo y de coriandro, menta, azafrán, rosas, cardamomo, cúrcuma y un poco de canela y de comino.
• Lubricate los orificios: Sobre todo conductos auditivos externos y narinas, con algún aceite comestible o con ghee. Así los alérgenos, en lugar de contactar con tu mucosa, contactan con el aceite o ghee y se barren.
• Meditar para disminuir el estrés: Muchas gripes primaverales y alergias son por tensión y falta de descanso.
• ¡Bendito hígado! Para ayudarlo a que nos desintoxique, podés hacerte al menos una vez por semana una infusión amarga de boldo, carqueja, cola de caballo y/o cardomariano. Son feas pero hacen de bien.
• Chau Mocos. Evitá al máximo los dulces industriales, también lo ácido y lo salado, el helado, las bebidas frías y la leche que generan mucosidad. Y no dejes para mañana el té de jengibre que puedas hacer hoy.
Fuente: Dra. Sol Sananes es médica recibida con honores en la Universidad de Buenos Aires y especialista en Medicina Ayurveda. A la temprana edad de doce años se hizo vegetariana, búsqueda que la llevó unos años más tarde a conocer el Ayurveda. Fue paciente, discípula y luego colega de Carmen Frigerio, primera doctora latinoamericana capacitada en medicina ayurvédica en la India. Además de los conocimientos recibidos de su maestra, completó posgrados en Ayurveda, Nutrición y Medicina biológica. Realizó varios viajes de formación a la India para especializarse en farmacología ayurvédica y pañchakarma (terapias de desintoxicación). Actualmente está dedicada a la Medicina General Ayurveda en su consultorio de la ciudad de Buenos Aires. Imparte talleres y cursos en su escuela online. Realiza viajes y retiros en Argentina, Brasil, Uruguay e India. IG: @dra.solsananesayurveda
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