Depende del momento personal que te agarran las fiestas, influye en cómo querés transitarlas. No hay una forma que sea la correcta, es importante identificar que es lo que uno siente que quiere o necesita. Hay una presión social de que hay que festejar a lo grande pero no siempre es eso lo que uno quiere.
"Para empezar, definir y tener claridad en lo que uno siente y quiere respecto del que hacer y con quien juntarse. No hay una forma que sea la correcta, sino la que sentís que querés o necesitás para este año, otro año por ahí querés otra cosa. Para poder definir, muchas veces entra en juego el peso de lo que los demás esperan de vos. Está bueno poder correrse un poco de ahí y poder transmitir a familiares y amigos que querés hacer, más allá de lo que esperan los demás de vos", sugiere la lic. Sofia Noguer como primer punto a tener en cuenta.
“A veces podés querer pasar las fiestas con amigos en vez de con la familia, y está bueno habilitarse si así lo sentís. Muchas veces, las personas se llenan de planes para cumplir o ver a todos y no terminan disfrutando ningún encuentro. No hay una única forma de festejar, traten de pensar cómo lo quieren hacer este año: ¿con amigos? ¿con la familia chica? ¿en una reunión grande? ¿solo, con la pareja? Todo es válido, e identificar eso hace que puedas disfrutar esa fecha liberándote de la presión de lo que hay que hacer”, expresó la licenciada.
Cómo manejamos la venida de Papá Noel con los chicos
Culturalmente está establecido que hay que comprar todo para que los chicos se sorprendan, a veces en abundancia, lo cual genera gastos altísimos para la familia y el exceso al final nunca es bueno para los niños. En este contexto tan dificil, centrarse dentro de lo posible en que los niños puedan recibir algo sin necesidad de apabullarlos de regalos: a veces, un lindo libro, un juguete sencillo o algo que necesiten, es suficiente. También es una buena oportunidad para hacer orden y limpieza y sacar juguetes que sus hijos ya no usen para donarlos o hacerlos llegar a otros niños. Que la solidaridad también forme parte de el transitar las fiestas.
Qué pasa cuando las fiestas nos encuentran atravesando un duelo
Es importante darle lugar al proceso que se está viviendo, tal vez no se puede estar súper contento en Navidad o Año Nuevo si en realidad por dentro la persona está triste. No hay que presionarse en estar “súper bien”, si uno esta atravesando un mal momento. Buscar un entorno que te haga sentir cómodo para compartir esos dias, sin tapar o negar aquel proceso que se está atravesando. En el caso del duelo por la pérdida de un ser querido, darse un momento para recordar a esa persona, ya sea en la intimidad o de forma grupal.
Cómo evitar los conflictos familiares en la cena
- Tratar de hacer a un lado los conflictos que pueden estar presentes entre familiares y amigos, no significa que desaparecen, pero tampoco es el momento para enfrentarlos o resolverlos. Dejenlos para otros encuentros.
- Concentrarse en lo positivo de ese encuentro, a pesar de que pueda haber personas con las que estemos en conflicto. Que sea un encuentro de respeto mutuo, donde se realcen las virtudes de los otros, y no nos centremos en las diferencias que podemos tener. Realzar lo que los une más que lo que los separa.
- Evitar las diferencias políticas o religiosas: estas charlas suelen generar discusiones entre algunas personas, sobre todo en el momento actual del país. No tocar temas que pueden desembocar en una discusión, poder hacer un paréntesis de dichos temas, para que el encuentro sea más ameno para todos.
Organización de la comida
No hace falta tanto para pasarla bien, exigirse que todo esté perfecto genera estrés y te aleja de disfrutar ese día. Organizar algo posible, dividir comidas y bebidas, ponerse ropa cómoda, hacer algo rico sin volverse loco, y disfrutar el encuentro más de que todo este en su lugar y brillante. Tratar de conectar con lo que los une ese día, con lo que hay, con lo que se puede, con lo que se llega, sin exigirse imposibles.
En estas fechas se suele hacer un “balance” del año, eso genera una movilización interna, ya sea por lo bueno que se rescata del año, o por lo negativo. Es importante hacer un balance general, sin castigarse a uno mismo, tratando de rescatar lo bueno vivido o aprendido durante este año! Hacemos lo que podemos! “También puede ser un momento de proyectar nuevos deseos u objetivos para el año entrante, hacerlo de forma realista, sin proponerse metas inalcanzables”, nos recomienda la licenciada Sofía Noguer para no caer en autoexigencias imposibles y futuras frustraciones.
Estas fechas generan mucho estrés, el estar a las corridas, los múltiples festejos, el trabajo, las vacaciones de los niños, pareciera que hay que hacer de todo, cumplir con todo. Permitirse estar donde uno elige, y decir que no a algunas cosas que sobrepasan. Decir que no, puede hacer que uno llegue con mayor calma, sabiendo que no se puede estar en mil lugares a la vez. Elegir qué sí y qué no.
Que sea un momento de paz, de comunión entre las personas, de agradecimiento por lo que tiene, de valorar a los seres queridos que los rodean, de mirarse a uno mismo y a los demás con amor. Con lo que se puede, como se puede.
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