Atreverse a más: se metió a hacer una obra, sola y sin ahorros; con el sueño "a mitad de camino", se siente orgullosa - Revista Para Ti
 

Atreverse a más: se metió a hacer una obra, sola y sin ahorros; con el sueño "a mitad de camino", se siente orgullosa

Julieta Campelli tiene 3 hijos y vive en 9 de Julio. La vida la puso a prueba en varias oportunidades. En 2018 las cosas se le pusieron difíciles, se las rebuscó y encontró en el tejido una salida para mantener a su familia. Este 2023 decidió meterse en obra en su casa, la pasó mal, pero resistió y hoy está orgullosa de haberse animada a ir por más. Acá su vivencia y una reflexión que es toda una lección de vida perfecta para pensar en nuestros propios sueños y la posibilidad de hacerlos realidad en 2024.
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"Ayer egresó mi hijo Benicio, tiene 12 años y no toqué su carpeta en todo el año. Egresó con unas notas increíbles, creo que faltó 1 o 2 veces a la escuela y seguramente fue porque me dormí y no lo llevé. "¡Pónganse chicos que quiero sacarles una foto, por favor, no sean así, che! Quiero una foto de ustedes tres juntos… ". Gatillé un par de veces y le reenvié la foto a mi hermano, es que no podía quedarme con toda esa felicidad yo sola, ¿es más lindo cuando se comparte, cierto?", dice Julieta Campelli, la mujer que se convirtió en "influencer" del crochet con su emprendimiento.

Mi nombre es Julieta Campelli, pero me dicen la crochetera hot. Tengo 3 hijos: Enzo, María Julia y Benicio, y hoy te voy a contar una tremenda historia. Te voy a poner en contexto para que puedas entender. Hace 4 años y 8 meses que me dedico a enseñar a tejer y emprender. Trabajo desde mi casa en un lugar chiquitito que es la habitación que mi hija no tiene, tuve que robársela para poder hacer que las cosas pasen.

Julieta Campelli
Los hijos de Julieta

Mi negocio comenzó en 2019 en el living de mi casa y, como todas sabemos, cuando las cosas van creciendo se necesita espacio para poder darles el lugar que se merecen. Llegó la pandemia y me mudé a la habitación de mi hija. En medio de tremenda crisis, parí a Naranja Lima Tejidos, un emprendimiento digital de tejido en crochet. Soy infoproductora, creo y vendo mis cursos digitales de tejido en crochet en Argentina y países latinoamericanos. Hoy no te voy a contar por qué me dicen la crochetera hot, eso puedes verlo en mis redes sociales. Hoy te voy a contar cómo se siente hacer realidad un sueño, o la mitad de uno, porque aún no lo pude terminar.

Este es mi segundo intento, el primero casi que ni siquiera lo pude empezar, en este segundo intento pude completar el 50% del objetivo. En abril de 2023 decidí hacer una remodelación y ampliación de mi casa, la idea era hacer el frente nuevo y ampliar hacia el costado, de esta manera podía ganar una habitación y devolverle la habitación a Julia.

Julieta Campelli
La obra en su casa

Julita tiene 7 años y duerme conmigo. Todavía duerme conmigo, pero sé que pronto dejará de hacerlo. El día que comencé la obra se disparó el dólar por los aires, cuando todo el mundo me decía que estaba loca, que no era el momento, yo tuve el coraje de iniciar con este viaje. Elegí un equipo de trabajo increíble, personas que me trataron de una manera espectacular y que cuidaron mi casa como si fuera suya. Me dieron a pagar, me bancaron, me esperaron, hasta me alentaron cuando la situación se ponía durísima.

Fueron meses tremendos, por momentos parecía que mi mente estaba separada de mi cuerpo, como flotando… Meses de madrugadas eternas, llantos a escondidas, discusiones familiares. Es que cuando el dinero falta, las cosas no son tan simples, todo cuesta más, hasta pensar cuesta más. Una se pone ciega y no puede tomar buenas decisiones, el miedo se apodera de vos y te lleva donde quiere. Dos cosas: no tenía ahorros ni respaldo económico, pero tenía fe y un coraje tremendo.

Sé que no vas a entender cómo pude hacer una obra sola sin ahorros, sí, así como lo escuchás, no tenía ahorros, no tenía un respaldo económico, pero sí tenía la certeza de saber que soy una mujer generadora y desde el minuto cero supe que semana a semana iba a generar los ingresos que necesitaba para poder pagar a las personas que harían el trabajo. Diseñé la obra por etapas, la separé por partes y empecé a tejer el primer tramo. Comprar los materiales, pedir presupuestos, ocuparme de ver si las cosas se estaban haciendo bien, comprar puertas y ventanas, tener reuniones, no llegar con el pago, pasaron tantas cosas que me convertí en una mujer rica.

La experiencia que viví fue increíble, si me faltaba una cuota de confianza en mí misma la gané en esta batalla. Me cagué a golpes, tengo las manos gastadas, se los juro, pero era lo que me faltaba para entender que la fuerza más poderosa que una persona puede tener está en su mente. Un día, en medio del caos, cansada de todo, casi sin fuerzas, estaba tejiendo en el sillón en silencio con mi hermano Mateo y le digo: 'Mateo, ¿qué voy a hacer? Tengo tantas cosas por pagar, tengo miedo'. Mateo: 'Haz lo que sabes hacer, Julieta. Ponete a generar, sos una gran generadora, deja de pensar. Ponete a hacer y deja de pensar'.

Julieta Campelli
Juli con sus hijos

Hubo un plan de acción, no es que salí a la cancha así nomás, no. Pero ese plan se modificaba día tras día, y mi super poder fue estar ágil, sí, justo yo, que soy más lenta que una babosa, estuve ágil, ágil al cambio y rápida en la toma de decisiones. No estuve sola, muchas personas estuvieron cerquita mío apalancándome para que no me derrumbe, por momentos estuve muy cerca del piso, pero siempre había una mano ahí para que me pueda volver a ponerme de pie.

Creo que la clave está primero en laburar la confianza plena. Cuando creés en vos, sabés que vas a poder hacerlo, es muy poco probable que falles, tal vez no puedas completar o rematar el objetivo, pero vas avanzar, y esa es otra clave del éxito, avanzar, todos los días un poquito, un paso, después otro paso y otro y otro. Como cuando pegaban los ladrillos de mi casa, por más que hubiera 10 personas trabajando, los ladrillos se pegan de a uno.

Perdón, me fui, te decía… Siempre hubo un plan, no es que me largué sin nada, hacía 4 años que venía trabajando fuerte en mi emprendimiento y sabía que necesitaba hacer algo diferente para entender que a mí también me podían pasar cosas increíbles, yo también podía viajar, yo también podía construir, y adentrarme a esta aventura iba a ser revelador. Era una puesta a prueba. Yo misma me estaba obligando a salir de mi zona de confort una vez más.

Mi primer hallazgo: Los mejores planes no siguen un guion. Entendí que por más plan que tengas si no haces no sirve de absolutamente nada, ¿y sabes qué pasa después? Cuando te pones hacer, la vida es incierta, ¿viste? Pasan cosas, y ahí está tu mayor desafío, saber qué carajos hacer con eso que pasa y actuar.

Mi segundo hallazgo: no podés hacer un sueño realidad si todavía no tenés uno. Creo que la fuerza de leona fue alimentada día tras día porque tengo uno. Busca el tuyo, todas tenemos uno, es que a veces somos un poco cobardes y no nos atrevemos a vivirlo.

Mi tercer hallazgo: saber cuándo parar es tan importante como saber cuándo empezar. Mi obra se encuentra en pausa, paré a respirar, a disfrutar y a observar. La Julieta de hace 5 años atrás no puede creer lo que acaba de escribir. ¿Será esto un sueño? No, esto es de verdad. Julieta Campelli Mentora y Motivadora serial.

Fuente: Julieta Campelli, “La Crochetera Hot”, @NaranjaLimaTejidos

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