Hablar de sexualidad no es hablar de genitalidad. Este concepto es tan amplio que a veces se torna difícil hablarlo con los hijos, por ello es necesario estar abierto para poder entablar una conversación amena, además de que es fundamental para poder prevenir problemas.
Hace algunas décadas, era normal que este tema no se tocara en absoluto. Se aprendía hablando entre pares, con algún libro o revista, ni siquiera existía internet. Lo más frecuente era llegar a la primera relación sexual sin tener idea de qué se estaba por hacer.
"Hablar de sexualidad no es hablar de cómo se tienen relaciones sexuales. Abarca una innumerable serie de sucesos que acompañan a lo largo de toda la vida. La recomendación es que al abordar este tema no sea al pasar, sino dejar por un instante lo que se está haciendo y conversar con los chicos mirándolos a los ojos", expresó la jefa del servicio de pediatría del Sanatorio Modelo de Caseros, Celeste Celano (M.N 127.066).
Cómo hablar de sexualidad en la primera infancia
"Desde la primera infancia, los niños están en pleno descubrimiento. Durante el jardín de infantes, hay que hablar con oraciones cortas y con su lenguaje, contarles sobre sus partes íntimas, tratar de llamarlas por su nombre y enseñarles que nadie puede tocarlas", aseguró la médica psiquiatra María José Elías (M.N 88032).
A su vez, la pediatra aseguró que, en esta edad, se perpetúan los abusos sexuales con más facilidad porque el niño no puede poner en palabras lo que le están haciendo. "Muchas veces, se recurre al famoso ´esto es un secreto entre nosotros, nadie debe saberlo´. Hay que generar una confianza tal para que, en el caso de que algo así suceda, ser los primeros a quienes recurran. Sin temor y sin vergüenza", desarrolló Celano.
"Asimismo, hay que educarlos y explicarles que tienen que respetar el cuerpo del otro, que no está bien tocar las partes íntimas de los demás, que no pueden compartir el baño y tampoco mostrarse desnudos", determinó la psiquiatra.
Cómo hablar de sexualidad durante el primario
En el ingreso escolar primario, el niño entra en un período que se denomina latencia. La sexualidad entra en un compás de espera, se desarrollan más los aspectos intelectuales y sociales. Por eso, no es habitual encontrar conductas sexuadas en ellos.
"Hablar de cambios corporales, como el crecimiento de mamas y genitales, sin pudores, les ayuda a reconocer su propio cuerpo y a entender que están creciendo y que eso no es nada malo. Es en esta etapa, en donde, sobre todo con las niñas, es importante conversar sobre la menstruación y, más adelante, también incluir a los varones", subrayó la pediatra.
Además, la especialista en niños explicó que pueden surgir preguntas sobre sexualidad, del estilo “cómo hice para nacer” o “cómo entra un bebé en la panza”. "Son interrogantes que hay que contestar con paciencia y verdad, en un lenguaje que comprendan, sin necesidad de abordar en detalle lo que implica una relación sexual. Y siempre responder puntualmente sobre lo que preguntan. Si uno se explaya en el tema, tal vez uno adelante para las cuales los chicos aún no están preparados", desarrolló Celano.
Cómo hablar de sexualidad en la adolescencia
"La adolescencia es una de las etapas más difíciles para abordar la sexualidad, ya que les resulta bastante incómodo sus cambios corporales y, hoy en día, también tienen muchas herramientas para consultar. Por ello, consideran que las palabras de los padres no son necesarias, pero es un gran error porque representamos a sus ejemplos de adultos, quienes marcan lo que está bien y lo que está mal", expresó Elías.
"Muchas veces, el exceso de información a través de internet promueve más deformación. Al adolescente se le puede hablar de manera concisa. Tener en cuenta que, en el país, la edad promedio de inicio de relaciones sexuales es 14 años y 9 meses para los varones, y 15 años y 5 meses para las mujeres, edades que están bajando considerablemente", determinó la pediatra.
Además, Celano explicó que los adolescentes inician su sexualidad a través del sexo oral y no saben que varias enfermedades de transmisión sexual también se contagian por esta vía. "Desconocen la importancia del uso del preservativo como método de protección. Están más pendientes de evitar el embarazo (y no en todos los casos lo logran -uno de cada 6 bebés nacidos en la Argentina es de una adolescente-) que de contraer una enfermedad", recalcó la especialista.
"No sólo hay que hablar del cuidado a través de métodos anticonceptivos y de usar preservativo, sino del amor propio. Es fundamental explicarles que, para que exista una relación sexual, tiene que haber consenso. Además, así es nuestra forma de recalcarles que nadie puede obligarlos a tener sexo ni a hacer cosas que no desean ni están de acuerdo", sentenció Elías.
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