Camila Perissé, conocida por ser una destacada actriz y bailarina de los años 80, vivió una carrera artística repleta de éxitos y reconocimientos, incluyendo una icónica aparición en la portada de Playboy y su rol como vedette junto a Tato Bores. Sin embargo, tras alejarse de las cámaras y del glamour, su vida tomó un oscuro camino.
La actriz, que hace tiempo viene peleando contra un deteriorado cuadro de salud, se encuentra internada en el hospital Español de la Ciudad de Buenos Aires y según informó su círculo íntimo, su estado es crítico.
Durante su internación, la acompaña su marido, Julio Chino Fernandez, quien compartio que “El cuadro de Camila empeoró, le diagnosticaron una neumonía terminal y está con respiración artificial”, informó el actor en diálogo con el periodista Juan Etchegoyen, y encendió las alarmas en relación con la salud de su pareja: “El panorama es oscuro”.
Para complicar aún más la situación, el duro momento económico que vive la pareja les impidió continuar con la búsqueda de tratamientos alternativos para la mejora de salud de Camila. “Ella cobra la jubilación mínima que son 110 mil pesos y hablamos de una figura del espectáculo que está viviendo sus últimas horas sola con su marido”, declaró su abogado durante una entrevista. Además, declaró que tristemente, a la actriz le quedan apenas horas de vida.
El historial clínico de Camila Perissé
De acuerdo al testimonio de Fernández, los problemas de Perissé se iniciaron en el año 2018 producto de una mala praxis con una medicación. A raíz de esto, según relató su marido, la actriz llegó a perder la conciencia y la memoria por completo. Desde entonces, su estado experimentó altas y bajas. Actualmente, la vedette tiene dificultades para recordar su propio nombre y se encuentra postrada.
A mediados del año pasado, Camila había sido internada por fuertes dolores abdominales, los cuales aparecieron luego de que haya transitado una fuerte infección urinaria. Afortunadamente, a las dos semanas, su marido le afirmó a los medios que había superado la infección y que le habían dado el alta hospitalaria.
Camila había ganado la batalla contra sus problemas de salud, que le consumieron más de un año y medio de su vida. Su marido, había destacado la ayuda que le había otorgado la jefa de PAMI, quien le facilitó el acceso a pañales y una silla de ruedas.
La actriz, junto a su pareja, comenzó a indagar en tratamientos alternativos que puedan ayudar a mejorar su salud, pero gracias a la ayuda de Facundo Manes y la Fundación Favaloro, desde Mar del Plata, pudo comenzar su rehabilitación neurológica y física de manera gratuita, logrando una recuperación del 80% de sus funciones neurológicas.
Ahora, la actríz se encuentra totalmente postrada, sin la capacidad de comunicarse con su entorno ni respirar por su cuenta. Un grave cuadro de neumonía, la llevó a depender de un respirador artificial para continuar con su vida. Su marido, declaró que "el panorama es oscuro".
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