En patios, jardines y terrazas, las plantas trepadoras se consagran como el recurso perfecto para cubrir diferentes tipos de superficies de manera estética y natural. Incluso muchas de ellas se destacan por la belleza de sus hojas y flores, como es el caso de la clematis.
En el marco de la Semana Deco Para Ti te contamos todas sus curiosidades y cuidados para la conozcas mejor y la tengas en cuenta a la hora de planificar tus espacios al aire libre.
Clematis, la planta trepadora con flores que atrae mariposas y ama el sol
Perteneciente a la familia de las Ranunculaceae, la clematis es una planta trepadora oriunda de la campiña inglesa, con más de 400 especies cultivables que, en primavera y verano, ofrecen un espectáculo de colores y formas con su floración.
A esta planta se la conoce popularmente como "alegría de los viajeros" por su fácil cultivo y lo llamativo de sus flores. También recibe el halago de ser considerada la "flor de los soñadores".
Y no es para menos: su perfume, similar al del jazmín, sumado a la belleza de sus flores y su capacidad de atraer mariposas la convierten en una trepadora aromática perfecta para decorar con encanto cualquier espacio.
Como te contamos anteriormente, no hay un único tipo de clemátides, sino que existen alrededor de 400 variedades diferentes. En España, por ejemplo, la más común es la Clematis vitalba, que se destaca por tener unas bellísimas flores blancas que crecen agrupadas en ramilletes.
También se destaca la Clematis durandii, herbácea con flores grandes de color azul oscuro, la Clematis alpina, la Clematis montana, y la Clematis macropetala. Todas ellas suelen tener los mismos cuidados y hacen gala de flores preciosas y muy aromáticas.
Se recomienda plantarla cerca de una superficie vertical y ofrecerle un tutor para que pueda trepar. Teniendo en cuenta esto, la clemátide puede llegar a alcanzar los 5 mts de altura en poco tiempo.
También se puede cultivar en maceta, siempre y cuando se elija un contenedor grande y alto.
Cómo cuidar una clematis
- Luz: le gusta estar a pleno sol pero también puede crecer bien en espacios con semisombra. Lo ideal es que tenga las hojas y las flores expuestas al sol y las raíces a la sombra.
- Temperatura: le sientan muy bien los climas húmedos pero siempre debe estar protegida del calor intenso del verano y del frío del invierno, ya que no tolera las heladas, especialmente durante los primeros años de la planta. Con el tiempo puede aguantar temperaturas bajas, de unos -10ºC de manera puntual.
- Riego: frecuente pero moderado, evitando encharcar. La pauta normal es entre 1 a 3 riegos semanales, en función del clima, la estación del año y la humedad ambiental.
- Sustrato: rico en nutrientes, no calcáreo y con un buen drenaje que evite los encharcamientos y permita que sus raíces se aireen.
- Fertilizante: se le puede aplicar fertilizantes orgánicos, una vez al mes, desde inicios de la primavera hasta finales verano.
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