Seguro la viste, escuchaste nombrar o tocaste alguna vez. La mimosa sensitiva es una de las plantas más populares y distinguidas que existen: reacciona al tacto, al calor, al viento y a movimientos y ruidos.
En el marco de una nueva Semana Deco Para Ti te contamos todas sus curiosidades y cuidados para que la conozcas un poco más y te animes a sumarla a tu colección de plantas. ¡No te vas a arrepentir!
Mimosa púdica: la planta más novedosa para tener en casa
También conocida como 'nometoques', 'dormilona' o por su nombre científico Mimosa púdica, es nativa de la selva tropical de África y América, y es una de las pocas plantas en el mundo capaz de realizar movimientos rápidos.
Se puede cultivar tanto en exteriores como en interiores, puede llegar a medir hasta 90 cm de alto y es súper fácil de cuidar, lo que la convierte en una opción apta para principiantes en el mundo de la jardinería.
Por qué se cierran sus hojas
"La mimosa sensitiva realiza estos movimientos para ahorrar agua, protegerse del sol y el viento. Cuando esto sucede, dentro de ella se liberan sustancias químicas que hacen que sus células pierdan agua y se encoja", explican desde el vivero Gajito (@holagajito)
Sus hojas también se pliegan cuando cae la tarde y permanecen cerradas hasta que asoman los primeros rayos de sol, como si estuvieran 'despertándose'.
Esta función también está desarrollada como mecanismo de defensa para simular estar marchita frente a posibles depredadores.
En video: así se cierran las hojas de la Mimosa púdica
Las hojas de la mimosa son de forma alargada y de color verde claro, y tienen pequeños 'pelitos' en el centro donde se originan dichos estímulos para plegarse o cerrarse según las circunstancias.
Por otro lado, esta planta planta cuando florece regala unas bellísimas flores de color rosa, muy requeridas por abejas y abejorros. ¡Atenti a eso!
Es importante mencionar que esta planta puede ser alucinógena si se ingiere, por lo que si la tenemos en casa hay que mantenerla alejada de niños y mascotas.
Cómo cuidarla
- Luz: prefiere luminosos y le sientan bien los rayos directos del sol por la mañana, evitando las horas del mediodía y los días muy calurosos.
- Temperatura: al ser de origen tropical prefiere las cálidas que oscilen entre los 20 °C y 30 °C. Se recomienda evitar las heladas, ya que podría no soportarlas.
- Humedad: en ambientes muy cálidos se recomienda pulverizar sus hojas con frecuencia para evitar que se deshidraten.
- Riego: diarios durante su época de floración (primavera y verano) reduciendo la frecuencia a una vez por semana en otoño e invierno.
- Sustrato: si bien se adapta a cualquier tipo de suelos, prefiere aquellos ricos en materia orgánica y con un buen drenaje que airee sus raíces y evite los encharcamientos.
- Fertilizante: a pesar de no ser muy exigente en cuanto a nutrientes, agradecerá un suelo rico en materia orgánica. Una buena opción puede ser aplicar humus de lombriz o compost en la base de la planta cada 15 días durante su época de floración.
- Poda: no es necesario practicarle poda alguna más que para controlar su crecimiento (si es que resulta muy excesivo) y de limpieza (sacar hojas, tallos y flores marchitas).
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