El dolor de rodilla es algo común, que a todos nos pasa en algún momento de nuestra vida, ya que es un síntoma que no distingue edades. Puede empezar súbitamente, tras una lesión, por el sobrepeso, por algún mal movimiento, por realizar alguna fuerza excesiva, por la actividad física, por antecedentes de artritis u otros y su intensidad puede aumentar de a poco.
Sin embargo, es una molestia que a veces se va sola o persiste y se puede convertir en una tortura, por eso, la gran pregunta es ¿qué tengo que hacer frente a ésto?
"Entre las principales afecciones médicas que pueden desencadenarlo, sobresalen: artritis reumatoidea, gota, lupus, quiste de Baker (hinchazón llena de líquido localizada detrás de la misma rodilla), cáncer, patologías óseas e infecciones, entre otras", explicó el kinesiólogo y fisioterapeuta Javier Furman (MN 11.873).
A su vez, el especialista determinó que también se puede deber a lesiones o uso excesivo, ya sea por inflamación por la presión repetitiva sobre la rodilla (arrodillarse por períodos prolongados, sobrecarga o lesión), la tendinitis, la dislocación, la fractura de rótula, la ruptura de ligamentos, los desgarros, los esguinces o la distención muscular.
Cómo calmar el dolor de rodilla
Para aliviar el dolor de rodilla, Furman detalló que es necesario calmar los síntomas. "Hay que descansar, evitar actividades que causan la molestia, aplicar hielo, mantener elevada la rodilla, usar vendajes, realizar una ingesta de analgésicos (para ello hay que consultar con el médico) y dormir con una almohada por debajo o entre las rodillas", explicó el licenciado.
"Como prevención se recomienda precalentar antes de realizar actividad física, enfriar los músculos al finalizar, estirar, evitar correr cuesta abajo, andar en bicicleta, nadar, correr sobre superficies lisas y suaves, controlar el sobrepeso, tratar el pie plano (con plantillas o calzado especial), no usar cualquier clase de zapato, entre otros", aseguró el kinesiólogo.
Asimismo, el fisioterapeuta determinó que, si el dolor persiste, hay que acudir al médico. "Si no se tolera el peso en la rodilla, la molestia es intensa, surgen bloqueos o deformaciones, hay una imposibilidad para flexionar o estirar completamente o aparece enrojecimiento o inflamación, el paciente debe acudir a una consulta", sentenció Furman.
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