¿De qué se trata el desfile que vimos?, así comenzó el periodista la exclusiva charla que tuvo Para ti con el diseñador Roberto Diz. " Es una selección donde está presente una parte de mi esencia. Puedo decir que es la identidad y el ADN de Robert Diz", contestó el español.
El diseñador llegó a Buenos Aires para debutar como invitado para cerrar la última edición de Argentina Fashion Week en un desfile conjunto con su amigo, el argentino Gabriel Lage. Los salones de la Embajada de España (un escenario quizás un poco formal para la esencia de Diz) fueron testigos de un compendio de prendas pensadas y elegidas de manera meticulosa, con un estilismo ad hoc, y con las cuales el diseñador se dio a conocer al mercado argentino.
"Será casi todo negro. Hay prendas de la última colección que presenté en Madrid Fashion Week, algunas inéditas que he creado para aquí y otras que he hecho para algunas actrices españolas que solo se han exhibido en la alfombra roja y merecían una pasarela. Vas a encontrar mi parte fetichista, mi parte arquitectónica y mi parte más salvaje o quizás la parte más clásica. Con esta presentación quise que Argentina conociera mi ADN, que con 15 looks entendiera un poco qué tipo de persona ha venido a visitarlos”.
El comienzo, "muy fetish", en palabras del diseñador, tuvo prendas de red de cristal, escamas de lentejuelas como segundas pieles, brillos laqueados de charoles lustrosos, piel falsa, terciopelo, seda y tafeta, apliques de piedras y paillettes, volados de villoné y el distintivo de Diz: volúmenes orgánicos que lejos de deformar el cuerpo de la mujer la vuelven elegante, seductora y sexy. Pero sobre todo, poderosa.
Roberto Diz, sin pelos en la lengua
-En esta época ¿es muy difícil diseñar para las nuevas mujeres liberadas y feministas?
- Ellas no son mis clientas. Y si alguna llega a mi marca no sabría qué hacer con ella. No es mi clienta y tampoco creo que se acerque porque para ellas a lo mejor soy machista. ¡Y eso que nunca me he considerado machista! Me gustan las mujeres seguras, que se maquillan, que usan pendientes, etc. y que no lo vivan como un problema.
- ¿A quiénes te gusta vestir?
- A gente que es políticamente incorrecta, que no tiene porqué ser maleducada, una cosa no es la otra para mí, claro que no. Pero es gente que se sale de la norma y es gente que tiene algo en la cabeza. La gente guapa por ser guapa no me interesa nada. También visto a muchísimas actrices en España, pero no a todas.
- ¿Y cómo representas eso en el casting de los desfiles más allá de la ropa?
- En los desfiles últimamente no soy de usar modelos plus size pero sí me gusta hacer desfilar a mujeres de edad, me encanta el rollo que me dan. Quise eso también aquí por eso el desfile lo cerró Teresa Calandra.
El diseñador
Roberto Diz pertenece a una camada de diseñadores españoles que hicieron famosa a España, un grupo de talentosos del que solamente queda él. "En esa época en España te preguntaban ¿estudias o diseñas?, porque fue un boom del diseño. De esos tiempos todos han desaparecido. El único que queda soy yo y porque adapté mi negocio a la costura”.
- Si te pido que hagas un vestido de cero, ¿lo sabes hacer?
- ¡Sí! hago el patrón, lo corto, lo coso… todo. Pero hoy no lo hago. Lo he hecho porque para llegar hasta aquí lo he tenido que hacer. Es un negocio hacerlo.
- Pareciera que hoy es fácil ser diseñador…
- Hoy salen debajo de las piedras, levantas una piedra y hay un diseñador. Y no es una tarea fácil. Porque si no sabes poner una manga, si no sabes entallar una prenda es muy difícil hacer este trabajo. No es un negocio que lo pueda hacer cualquiera. No es sencillo hacerlo bien, hacerlo con talento, hacer que una mujer parezca más alta, más delgada… para eso hay que tener un cierto conocimiento. Pero sí es verdad que hago una prenda desde cero porque si no, no sabría darle órdenes a mis empleados. Y yo creo que uno de los talentos, o no que tengo es precisamente eso, que sé traer a la realidad un diseño y cumplirle el sueño a una mujer.
Roberto Diz tiene en su currículm haber sido el único diseñador en la historia de las semanas de la moda de España en ser expulsado: lo echaron de Pasarela Cibeles por un desfile sadomasoquista con todos los elementos del tema presentes. "Yo cuando empecé era muy transgresor. Luego entré a trabajar con Elio Berhanyer y me di cuenta que en realidad una prenda te la tienes que poner, te tiene que facilitar la vida", comentó el diseñador.
- ¿Qué te dejaron esos años con Berhanyer?
- Llevo 25 años de trabajo y estuve trabajando cinco años completos con Elio Berhanyer, el segundo Balenciaga. Fui director artístico de la marca y allí aprendí todo. Sé coser, ¡aprendí con Elio! Allí he aprendido mucho y también comprendí que una prenda se tiene que poder usar. Allí he visto como se cosía una prenda entera en el cuerpo de una mujer de un día para otro.
- La ropa está para usarla
- Es sencillo, si a una chaqueta no le puedes meter los brazos dentro de ella, no es una chaqueta. Puede estar en un museo porque no puedes meter los brazos dentro, pero no es una chaqueta, es lo que tú quieras pero no una chaqueta.
- Entonces la moda no es arte
- Para mí la moda no es arte. Una prenda de vestir no es arte, en todo caso es un arte aplicado. El arte es la expresión de un artista lo que un artista quiere expresar al mundo, y un cuadro de Picasso lo pongas aquí dice lo que Picasso quiere decir. Una chaqueta Chanel en Kate Moss puede ser "una obra de arte", pero en una persona con una silueta opuesta a la de la modelo puede "ser un horror", es decir, no transmitir lo que Karl Lagerfeld quería decir.
- ¿Entonces porqué a algunos diseñadores se los considera artistas?
- Hay diseñadores que son artistas pero no por hacer chaquetas, no por hacer prendas. John Galliano es un artista porque imagina un mundo particular, donde hay una coreografía, una música. Entonces un desfile de Galliano es una pieza de arte. Pero una chaqueta de Galliano, es una chaqueta cosida matemáticamente que tiene una función que es meter los brazos dentro, tiene una espalda y una delantera. Y no hay más. Eso no es arte. Una chaqueta colgada sin una persona adentro que aporte su personalidad es un trapo. Las prendas transmiten algo cuando hay una persona dentro que la lleva. Y eso lo tengo muy en cuenta para mi ego, para tener mi ego a raya.
- ¿En qué momento de la moda crees que estamos?
- Ahora hay un todo vale. Estamos en un momento del feísmo. Si te detienes a ver lo que hacen las grandes marcas es producir, producir y seguir produciendo. Lo que hacen es producir lo que se vende cada año, les da igual si es una gorra un bolso de Ikea o una toalla.
- ¿Dónde estás vos en este momento?
- Claramente no estoy en ese momento ni me apetece. Y quiero decirte que esto ha desvanecido un poco mi sueño. Todo ha cambiado mucho. Las redes sociales han modificado todo.
- Hay que causar efecto, no importa a costa de que
- ¡Exacto! Se está perdido la esencia, todos montan espectáculos. Hacen cualquier cosa por viralizar, todo pasa por ahí, por causar un efecto inmediato en las redes sociales.
- ¿Hay coherencia entre tus diseños y tu discurso de moda?
- Si. Aunque también es verdad que una cosa son las colecciones de ready to wear que presento en una pasarela, donde esas prendas están adaptadas para el evento, y otra lo que hago para el público.
- Y en lo personal, ¿te es difícil ser coherente ?
- Soy bastante coherente entre mi mundo personal y lo que yo soy. Soy bastante outsider entonces no voy nunca a fiestas. Yo tengo el champán frío en mi casa, lo pago muy a gusto y cuando lo quiero beber me lo bebo. Yo no tengo que estar yendo a fiestas para beber champán, me aburre soberanamente.
- ¿Cómo te llevas con la gente de la moda?
- Soy un tío muy normal y muy malo en las relaciones públicas. Me da mucha pereza y casi siempre la gente de la moda me aburre mucho porque solo hablan de moda. Me he comprado una casa en el campo, vivimos en el campo entre olivos, águilas y linces y allí estoy mejor que en cualquier otro sitio.
- ¿Cuál es el sello que identifican a las prendas de Roberto Diz?
- Hombros y cintura. Siempre hombros muy estructurados y cintura muy marcada. Es una prenda que es moderna por clásica porque yo creo que lo más moderno ya se inventó. No hay nada más. Hoy en día puede haber evolución a nivel investigación textil, hemos visto tejidos que desaparecen, otros que aparecen por un spray. Pero desde que Saint Laurent hizo el smoking, Dior la cintura ajustada o Chanel quitó el corset nadie hará algo mejor que eso. Está todo inventado y lo único que estamos haciendo es repasar lo que ellos hicieron
- ¿Por dónde pasa tu repaso sobre lo que está inventado?
- Es verdad que yo tengo un lado oscuro que es lo que aporto a esas prendas clásicas que a mí me gustan. Soy muy del negro, entonces lo mío pasa por hombros, cinturas y volumen. Me fascina el crear prendas que son casi como edificios en vez de prendas de vestir. El volumen me encanta, me encanta que no se vean los pies, me encanta que no se vea mucha piel. Me ha gustado mucho más la ropa de invierno que la de verano.
- Hay algo sexual y fetichista en que te guste el cubierto el cuerpo
- Lo más sexy no siempre es lo que se ve. Para mi nada es más sexy que un vestido negro todo cerrado.
- ¿Te considerás un diseñador moderno?
- Bueno, una cosa es ser moderno y otra es ser conservador. Yo tengo esa dualidad, me encanta la música muy moderna, me encanta el arte moderno, y lo que hago en realidad son prendas muy modernas que en realidad beben de una fuente muy clásica. Para mí lo moderno es distinto a lo mamarracho.
- En esto de revisar o beber de la fuente de los diseñadores clásicos, ¿hay lugar para la melancolía?
- Si claro. Soy muy melancólico, lloro muchísimo. He comenzado con un sueño que se me está yendo de las manos porque la moda ha cambiado muchísimo, ha cambiado de manos. Por ejemplo, imaginate si Cristóbal Balenciaga se levantara de la tumba y viera que su nombre ha comprado a Kim Kardashian. Es gente que no sabe quien era Balenciaga, no saben que era un señor español. Es gente que no sabe de qué viene el tema. Entonces te vuelves melancólico. A mi ahora me da pena como está el panorama.
- ¿Y los influencers?
- No visto a todo el mundo. A las celebrities les digo mas no que sí. Y no me gusta vestir a gente que no ha aportado nada a la sociedad ni a la cultura. Es decir, yo no visto a influencers.
- ¿Cuánto te condiciona la mirada externa?
- Poco y nada. Yo vivo con mucha sinceridad. ¿Sabes qué pasa? soy un tío normal, yo me visto de Roberto Diz.
- ¿Cómo convivís con el ego?
- Lo tengo a raya porque sé que te puede comer y te puedes llevar un porrazo. Por eso hace muchos años lo tengo muy controlado. Te voy a decir una cosa, a los seis años dibujé mi primera colección. Entonces, ya tenía asumido que sería diseñador. Es verdad que ahora que tengo 50 quizás no he llegado a donde quería haber llegado, pero he llegado muy lejos.
- ¿Sentís que todavía tenés un camino por recorrer?
- No. Siento que si hoy tuviera 20 años haría las cosas de otra manera. Pero he llegado muy lejos, esto no es conformarse, es saber lo que uno quiere y disfrutar lo que uno tiene.
Roberto el creador
- ¿Hay algo que te limite cuando estás creando una colección?
- No me limita nada. Quizás luego me pueda limitar la economía porque no tengo a veces ese poder a nivel económico de algunas marcas con el respaldo fabuloso de un mega grupo económico. Soy el CEO de mi propia empresa. Así y todo lo hago como si fuera para todo el mundo.
- Hablamos de la transgresión en el desfile del 2004 con aquella colección sadomasoquista. Hoy, ¿cuál sería tu hoy transgresión?
- El mundo ha cambiado tanto que con lo que se ve hoy en día soy la Pantera Rosa (risas). Hasta eso ha perdido significación porque claro, como hoy todo vale ya no existe el efecto sorpresa. Porque hoy está visto todo, todo vale. Se ven cosas fortísimas en televisión. En aquellos primeros tiempos solo había una transexual que era Bibi Andersen. Ahora hay que preguntarle a la gente de que la va corriendo el riesgo que se molesten. Todo lo que antes era más o menos prohibido ahora está al alcance de la mano.
Por es eso mi transgresión de hoy sea pasar de todo y vivir de una manera mucho más íntima, porque en realidad está todo muy machacado. El lujo hoy es poder conservar una identidad Show off todo el tiempo.
- Éxito, fama y prestigio
- Al diseñador le gusta hacer lo que le corresponde y pasar de las tendencias. Hago lo que me gusta, juego y me divierto. Hago lo que me da la real gana. Lo que he hecho lo hice muy bien, tengo a las mejores clientas y musas. La prensa española me trata de maravilla, no hay creo muchos diseñadores en España que tengan editoriales sin pagar publicidad. Eso quiere decir que hice algo bueno.
- ¿Te consideras un diseñador exitoso?
- Si, por supuesto. Y además tengo prestigio.
- Qué preferís ser, ¿famoso o respetado?
- Respetado. Tengo una clientela aristocrática extensa y las atiendo así, tatuado hasta los dientes, lo estás viendo, yo no cambio, yo atiendo así a las duquesas. Yo me siento el mejor diseñador de España, soy el que tiene una línea significativa. Ves un vestido de Roberto Diz y sabes enseguida que es un Roberto Diz.
Entrevista @alegarcia360
Fotos @nikofoto71_ para @koifmanok