El acero inoxidable es uno de los materiales más elegidos al momento de comprar ollas y sartenes.
Es duradero, no se oxida, resiste las altas temperaturas y, dentro de todo, es fácil de mantener si se lo compara con otros materiales. Sin embargo, con los usos y el paso del tiempo, se acumulan restos de comida quemados haciendo que la olla o sartén luzca percudida.
Si bien limpiar acero inoxidable quemado puede ser todo un desafío (¡a veces parece no salir con nada!), existe un truco casero y natural infalible para lograrlo.
Cómo dejar impecables tus ollas y sartenes con limón + carbón
La cuenta de Instagram "Más natural" (@masnatural0) compartió con sus seguidores un trucazo casero, efectivo y natural para dejar como nuevas ollas y sartenes de acero inoxidable.
Como se puede ver en el video, sólo necesitas un trozo de carbón y un limón, y seguir los siguientes pasos:
1. Colocá el trozo de carbón en una bolsa resistente. Con la ayuda de un mazo de cocina, trituralo hasta obtener un polvo fino.
2. Pasá el polvo por un colador para separar cualquier fragmento grande que no se haya desintegrado completamente.
3. Cortá un limón por la mitad y exprimí todo su jugo sobre el carbón triturado en un recipiente.
4. Mezclá bien ambos ingredientes hasta que se forme una pasta homogénea.
5. Colocá la pasta sobre las ollas y con la ayuda de una esponja suave limpiá toda la superficie. Te recomendamos usar guantes para llevar a cabo esta tarea.
Gracias a las propiedades abrasivas del carbón y la acción desengrasante del ácido cítrico del limón, esta mezcla facilita la remoción de grasa y suciedad, restaurando el brillo original de las ollas y sartenes.
Cómo mantener acero inoxidable
La mejor manera de prevenir la formación de manchas y quemaduras en ollas y sartenes, es llevar a cabo una rutina de limpieza a mano inmediatamente después de cada uso.
Para hacerlo se recomienda utilizar una esponja suave para evitar que las manchas se incrusten en el material. Evitá frotarla con virulanas, ya que podrían rayar la superficie.
También es importante dejar enfriar la olla o sartén antes de sumergirla completamente en agua fría.
Esto se debe a que puede provocar un choque repentino de temperatura (también conocido como choque térmico), que puede causar deformaciones.
Es igualmente de importante secarlas con un repasador suave, limpio y absorbente.
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