Flor Torrente brindó un duro testimonio de cómo atravesó por problemas de salud -tanto física como mental- en el pasado.
La modelo fue entrevistada por Infobae y repasaron algunos fragmentos en la edición del lunes de Socios en el espectáculo (elTrece), en los que se refirió a cómo le afectaron emocionalmente diferentes sucesos, cuando ella tenía tan solo 18 años.
En uno de ellos, repasa la separación de su mamá, Araceli González, de Adrián Suar. Situación que la entristeció mucho y que, además, se solapó con la que ella estaba viviendo con Nicolás Cabré, su primera relación amorosa significativa.
"No quería salir a la calle. Primero, porque estaba pasando por un proceso de mucha tristeza, que generó diferentes conflictos con mi cuerpo", contó Flor Torrente.
La tristeza tuvo consecuencias en ella: "Me generó la pérdida de hambre, tuve anorexia nerviosa. Y no podía comer, tomar agua".
"Vivía con mi mamá, me decía 'por favor, comé' y yo decía 'ma, yo sé que tengo que comer, pero no puedo'"
Después contó cómo eso deterioró su salud: "Después de todo eso, perdí mi periodo durante 9 meses porque no me alimentaba bien... que tenía tiroides, que tenía poliquistosis ovárica", enumeró Flor Torrente sobre el desorden que generó en su cuerpo todo lo que le estaba sucediendo a nivel emocional.
Era demasiado para alguien de su edad: "¡Seguía teniendo 18 años", añadió, aludiendo a que era sumamente joven para todo lo que le tocaba vivir.
Posteriormente, se refirió a que los médicos le dieron diferentes medicaciones para equilibrarla. "Todas esas cosas que me empezaron a dar generaron efecto en mí".
"Cuando estaba muy mal pesaba 43 kilos... ¡es muy poco! Al poco tiempo de tomar todos esos remedios y cosas que me daban, subí rápidamente a 60", contó, en un contexto donde era moneda corriente opinar públicamente de cuerpos ajenos.
Ella, modelo y actriz, pretendía seguir con su carrera: "Yo seguía trabajando, hacía castings y me decían 'deberías hacer gimnasia'... ¡yo entrenaba todos los días tres horas!".
Y lo difícil que fue para ella vivir todo puertas adentro: "Me tuve que enfrentar a que públicamente se haga visible algo que había sucedido en el ámbito de trabajo, que no fue agradable"
"Dijeron que no podía trabajar porque estaba gorda... me acuerdo que yo tenía 18 años y estaba en mi casa y no podía siquiera prender la tele porque el título era, con mi cara 'la hija de Araceli González discriminada por gorda'"
Flor Torrente y la visión distorsionada de su cuerpo
El contexto no era favorable, contó Flor Torrente, para la imagen que recibía de sí misma: "No me reconocía porque, de pronto, mi cuerpo había cambiado muchísimo. Y la sensación de mi cuerpo había cambiado también"
"Me acuerdo la sensación de que mis brazos se apoyaban diferente en mi cuerpo, que mi cuello era diferente, que mi cara era diferente. Y yo tapaba los espejos: no me quería ver. Pero no porque me viera fea, sino porque no me reconocía".
A la pregunta si ella estaba deprimida, la respuesta de Flor Torrente fue afirmativa: "De ese proceso, mis pensamientos eran muy destructivos"
Y su fuerte comentario, sin dudas fue: "Yo quería desaparecer".
Flor Torrente contó, además, que a la hora de pedir ayuda fue a ver a un psiquiatra: "Me querían seguir dando pastillas y yo estaba muy decidida y definida con que no quería tomar nunca más nada, entonces empecé a elegir otro camino".
A partir de entonces, la también actriz fue encontrando el camino hacia su recuperación.
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