Cuando tenés el pelo graso,l es porque tu cuero cabelludo tiende a producir grasa de más.
Por eso, es común que debas lavar el pelo más seguido: no podés pasar de lavarlo a diario y hay casos en los que, incluso, ya por la noche aparece la molesta grasitud.
Para quienes tienen esta característica en el pelo, les suele preocupar su aspecto y siempre intentan llevar adelante consejos de cuidado para mejorarlo.
La producción excesiva de sebo suele deberse a factores tanto internos como externos. Por ejemplo, el estrés, los cambios hormonales, o la ingesta de algunos medicamentos.
O bien, el uso de shampoos no adecuados para tu tipo de pelo. La cuestión es tratar de establecer la causa para saber cuál de las soluciones aplicar. Mirá esta guía con 5 pautas fundamentales:
1- Lavado diario
Hay quienes dicen que el pelo graso se genera por lavarlo en exceso. Por eso, algunos indican que no deberíamos lavarlo a diario. Pero, lo cierto, es que es un mito: dejar de lavar el pelo todos los días no tiene por qué reducir la grasa o el aspecto de suciedad.
En un cabello graso se requiere una higiene minuciosa, lo que es fundamental para evitar la proliferación de bacterias: por eso, no hay que dejar de lavarlo si lo creés necesario.
2- Productos adecuados
El lavado, diario o no, debe ser con el producto indicado. Que sea con una fórmula gentil con el pelo y el cuero cabelludo pero, a la vez, efectiva.
Sin ingredientes agresivos ni irritantes: los que son demasiado astringentes generan un efecto rebote con el que, a la larga, terminás con más grasitud. Esto es porque el cuero cabelludo responde a ese lavado extremo produciendo más sebo.
3- Lavado correcto
La forma de lavar tu pelo es súper importante. En ocasiones, la grasitud se debe a un lavado incorrecto.
Primero, hay que cuidar que el agua esté tibia: ni fría, ni demasiado caliente. Humedecer bien la zona, realizar un masaje suave con la yema de los dedos en el cuero cabelludo. Para finalizar, enjuagar abundantemente. Se puede repetir la acción.
4- Cuidado con los acondicionadores y las mascarillas capilares
Los acondicionadores y mascarillas ayudan a desenredar e hidratar las puntas: en casos de pelo graso, es importante que uses aquellos que resultan adecuados.
Siempre se deben aplicar en medios y puntas, jamás en raíces y cuero cabelludo. La nutrición es siempre importante, sobre todo en los casos de pelo mixto, en donde se combina el cuero cabelludo graso con los largos, secos.
5- Tratamiento regulador
Para este y para todos los tipos de cabello, los tratamientos tienen que ser adecuados y a medida. De esta manera, vamos a ver la mejora que estamos esperando, sumando los cuidados habituales que pongamos en práctica.
Por ejemplo, hay tratamientos equilibrantes que ayudan a regular la producción de sebo, mientras cuidan los largos del cabello.
Fotos: Pinterest
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