Manos en invierno: cómo protegerlas del frío
 

Manos en invierno: cómo protegerlas del frío

cuidado de las manos en invierno
El frío, la calefacción y el agua caliente pueden resecar la piel de tus manos, dejándola tirante y seca: una experta nos cuenta cómo protegerla.

La piel de las manos está expuesta todo el tiempo a las agresiones externas.

El sol, el frío, el calor y los cambios de temperatura pueden afectarla. También el contacto con sustancias o productos químicos, cuando no tomamos la precaución de utilizar guantes, la pueden dañar.

Con el paso del tiempo, la piel puede sentirse y verse rugosaáspera y seca, con la posible aparición de manchas.

Los guantes de abrigo no sólo protegen tus manos de la intemperie, sino que son un complemento muy fashionista

Cómo es la piel de las manos

  • Tiene algunas particularidades: en el dorso su textura es muy fina y frágil.
  • Posee pocas glándulas sebáceas, lo que hace que se reseque con más facilidad, favoreciendo el envejecimiento prematuro.
  • La piel de las palmas es más gruesa, tampoco hay glándulas sebáceas, lo que favorece la deshidratación.
  • Sí existen en esta zona glándulas sudoríparas, por lo que algunas personas pueden sufrir hiperhidrosis.

3 posibles consecuencias del invierno en las manos

Sequedad: el frío, el viento y la humedad favorecen a que las manos se resequen con facilidad y tengan un tacto áspero, llegando incluso a poder aparecer grietas.

Irritación y rojeces: las bajas temperaturas pueden alterar la película protectora de la piel, es común que en invierno las manos se irriten y vuelvan rojas.

Sabañones: se manifiestan a través de inflamación y enrojecimiento de zonas expuestas al frío como pueden ser los dedos de las manos, los dedos de los pies, la nariz o las orejas. Los vasos sanguíneos se hinchan cuando hay un calor súbito después de haber estado expuestos a bajas temperaturas, provocando molestias e incluso dolor o picazón. Estas zonas tienden a perder el calor abruptamente y enfriarse, causa fundamental de los sabañones.

Utilizar guantes para las tareas de limpieza es una buena medida de cuidado para proteger la piel de tus manos.

Cómo cuidar la piel de las manos en invierno

Bebé mucha agua: el agua es el hidratante natural importante e imprescindible para que la piel no pierda su humedad.

Usá guantes para la limpieza: los detergentes y los artículos de limpieza en general suelen son muy abrasivos y dañan la piel de las manos.

Abrigá las manos: los guantes de abrigo también son un buen recurso para protegerlas cuando están a la intemperie.

Usá crema hidratante: durante esta época su uso regular es muy importante ya que las protege del frío y de sus consecuencias.

Protección solar: los daños del sol provocan casi el 80% del envejecimiento. Y nuestras manos están constantemente expuestas al sol, por eso, es importante luego del lavado y la hidratación, colocar protector solar.

Correcto lavado: para lavarnos las manos es ideal utilizar un jabón con ph neutro, ya que un cambio en nuestra piel hacia la alcalinidad o acidez excesiva pueden provocar irritación o sequedad.

Espaciá los satinzantes: es recomendable solamente usarlos cuando no tenés alternativa de lavar las manos.

Asesoró: Dra. Johanna Furlan, Cirujana estética (MN 122.975) /@drajohannafurlangraf

Fotos: Pinterest

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