El lunes pasado debutó "La Noche Perfecta" en El Trece, un nuevo programa de late night conducido por Sebastián Wainraich. Con una propuesta fresca y divertida, este show promete cerrar el día con una sonrisa. En su primera emisión, el invitado especial fue Adrián Suar, el gerente de programación del canal, quien protagonizó momentos de humor y confesiones junto al conductor y los colaboradores, como Leticia Siciliani y Peto Menahem.
Adrián Suar, con su actitud relajada y su característico sentido del humor, respondió a todas las preguntas de Wainraich. La conversación fluyó entre risas y chicanas, revelando facetas desconocidas del popular productor y actor. Una de las preguntas más interesantes del conductor fue sobre qué situaciones ponen nervioso a Suar.
“Nunca te vi nervioso, hacés de todo, hacés teatro, hacés cine, dirigís el canal, producís, sos buen anfitrión y nunca te veo tenso, nunca te veo nervioso”, comentó Wainraich, a lo que Suar respondió: “A veces los procesos van por dentro, pero mi naturaleza habitual es la no tensión. Parte de mi personalidad es así, hay días, obviamente. Pero además trabajo mucho para ir por esa naturaleza de ir por ese estado de ánimo”.
El cruce con Leticia Siciliani y Adrián Suar
En medio de la charla, Leticia Siciliani, hermana menor de Griselda Siciliani y ex cuñada de Suar, intervino con una revelación que generó risas en el estudio. “Pero por ejemplo si no te funciona la tele, si no te funciona la televisión, o algo con el control remoto, o la llave del auto”, mencionó Siciliani, señalando momentos cotidianos que alteran a Suar.
Ante esto, Suar, con humor, pidió que la retiraran del estudio: “Sacala de acá, tiene data”. Sin embargo, Siciliani continuó: “¿Puede ser que un día escuché a lo lejos se me rompió el auto?”.
Suar explicó la situación: “Bueno, obviamente, ella es la tía de mi hija y tiene data. Y mi hija, que me tiene de hijo… Dijo bien Leti, ¿qué me saca? Por ejemplo, ahí hay un punto”, comenzó. “Yo, salvo a lo que me dedico, en el resto hago agua, soy un pibe con muchas dificultades. Me subo al auto -que no tiene llave, sino botón de contacto- no prende, la tengo que llevar a Margarita al colegio, y se producen las dos cosas, Margarita que me dice ‘ay papá, no vamos a llegar’, porque me conoce, y yo le digo que vamos a llegar. Y empiezo a tocar y no prende. Ese día hubo quilombo con la batería, y había tenido un quilombo con la llave que se me había caído y no había forma de hacer prender el auto”.
Suar concluyó, explicando cómo esas situaciones lo frustran y lo sacan de su habitual calma: “Y yo, que me conozco, digo yo no lo voy a hacer, y ahí, cuando me encuentro con mi propia inutilidad se me sale la cadena, pero porque me frustro. Y la pregunta siguiente es ‘¿qué te produce la frustración?’, es el enojo”.
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