"Había alguien en el monte y se lo agarró. Seguro le tapó la boca porque lo llamamos varias veces, lo buscamos y no pasó nada. No nos cuadra. Queremos saber qué pasó", declaró Laudelina Peña en la primera instancia de la investigación, cuatro días después de su la desaparicón de su sobrino, Loan Peña, el 17 de junio.
Sin embargo, diez días más tarde, tras intensas búsquedas y reclamos, Laudelina acusó a la funcionaria María Victoria Caillava y su marido, Carlos Pérez, de atropellar al niño con su camioneta y amenazarla para que no revelara nada.
Laudelina Peña, descrita por sus vecinos para Clarín como "odiosa, mentirosa y un poco reservada". La mujer, que ahora se convirtió en una de las principales sospechosas, reside en la calle Tacuarí, cerca de la Ruta Nacional 123, con su esposo Bernardino Antonio Benítez (35), uno de los primeros detenidos en el caso, y sus tres hijos.
Según relató Peña, escuchó el choque y vio a Pérez subir a Loan a la camioneta, afirmando que Caillava la amenazó de muerte para que guardara silencio. "Vi cuando Pérez lo sube a Loan a la caja de la camioneta", dijo Laudelina. "Caillava me dijo que me callara porque si no me iba a matar."
Los vecinos de Laudelina no creen en las palabras de la mujer. Su casa, cubierta con trapos, está siendo custodiada por la Policía Federal. Una sábana verde con flores tapa la entrada, reflejando el temor de posibles represalias. Un vecino explicó: "Quizás por el temor a que le vuelvan a tirar piedras".
Vecinos y comerciantes de la zona tienen opiniones fuertes sobre Laudelina. "Es una mentirosa", exclamó un cliente de un almacén al diario. Una vecina que pidió no ser nombrada añadió: "Ella es bastante mentirosa y re odiosa". Además, describió incidentes donde Laudelina obligaba a su hijo a comer picante como burla.
De hecho, mi hijo cuando iba a jugar a su casa siempre volvía llorando", relató la mujer para el equipo de Clarín. "Ella tenía una planta de picante y le hacía comer a mi hijo. El mes pasado, mi nene me contó que al hijo más chico le daba de comer eso y todos en la familia se rían. Le daban de comer eso para burlarse. De ahí en más no fue a jugar más ahí", recuerda.
Laudelina Peña también enfrenta la angustia de tener a su esposo, Bernardino Benítez, preso e imputado por trata de personas. Benítez es conocido por su mala fama en 9 de Julio y ya ha sido detenido varias veces. "Desde que yo lo conozco, siempre está preso", dijo una vecina. La pareja comparte al abogado José Codazzi, relacionado con el gobernador Gustavo Valdés.
La tía de Loan no solo enfrenta la sospecha de su comunidad, sino también el rechazo de su propia familia. Mariano Peña, hermano de Loan, comentó: "Mi tía miente. El abogado viene de parte de Valdés. Se ve a las leguas de dónde viene el testimonio de mi tía". En su perfil de Facebook, Laudelina se muestra devota de San Expedito, el santo de las causas urgentes. "Hoy necesito tu milagro. Ayudame", le suplicaba al santo el 19 de junio.
A pesar de las graves acusaciones, la jueza Cristina Pozzer Penzo rechazó la detención de Laudelina, argumentando que no había peligro de fuga ni de entorpecimiento de la causa. Mientras tanto, la Policía Federal continúa vigilando su casa. Juan Luque, tío abuelo de Loan, expresó la opinión de muchos: "Investiguen mejor, no le creemos nada".
La desaparición de Loan continúa sacudiendo a la comunidad de 9 de Julio y al país, aunque algunos vecinos del pueblo correntino aún prefieren guardar silencio por miedo a las repercusiones.
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