El bajo perfil de Camila Romano persona es inversamente proporcional al de la marca que lleva su nombre. Una diseñadora cuyo reconocimiento va creciendo más allá de la fama y la popularidad de algunas de sus clientas. Pero Camila prefiere que su moda cuente acerca de ella, ya que las prendas simples y bien confeccionadas la identifican.
- ¿Quién es Camila Romano?
- Es una diseñadora joven, aunque no tan joven (risas), que hace un poquito más de 17 años se dedica al mundo de la moda y al rubro textil. Camila, es una persona muy muy trabajadora, tranquila, a quien le gustan mucho los detalles. Le gusta buscar la elegancia en la perfección.
-¿Consideras que tu estilo personal se identifica con el estilo de tu marca?
-Sí, y el plus que tiene mi marca es que me adapto a cada mujer, a cada cuerpo, a cada ocasión, entonces se mezcla mi estilo personal con el de aquella persona que viene a buscar un Camila Romano auténtico.
-¿Cuáles prendas no identifican a Camila Romano como marca?
-Las que están hechas de forma masiva no me identifican, tampoco las que tienen mala confección, aquellas con las terminaciones que no son delicadas. En algún punto me dedico mucho a la alta costura, a los detalles, a que todo esté hecho súper calculado, pensado y medido.
-Y más allá de esa no identificación, ¿te animas a diseñar para una marca masiva?
-Tengo la experiencia para poder hacerlo porque trabajé muchos años como diseñadora en Cravall, la firma de moda de la familia, y también asesorando a otras marcas. Tengo esa experiencia pero hoy elijo el uno a uno, el trato personalizado me hace mucho más feliz.
-¿Sentís que tenes una identidad propia o acaso es una búsqueda constante?
-Es una búsqueda constante, es un cambio constante, uno se va adaptando también. Yo empecé muy joven y hoy con 36 fui cambiando como mujer, fui creciendo, fui madurando. Entonces esa búsqueda es constante en mi vida, en mi trabajo, en todo lo que está alrededor mío.
-¿Crees que en algún momento se encuentra el estilo definitivamente?
-Siento que el estilo uno ya lo tiene desde que empieza. Por lo menos en mí es así, y tiene que ver con la constante búsqueda de la elegancia, de lo contemporáneo y lo moderno. Todo eso está dentro mío. Pero, también entiendo que puede ser una búsqueda de por vida.
-¿Tus diseños son nuevos o son contemporáneos?
-Un mix de las dos cosas. Tengo clásicos que quiero que duren para siempre, quiero que te compres un vestido y que en 10 años te siga gustando. También me adapto mucho a las tendencias y sobre todo a lo que sé que cada clienta busca.
Camila Romano en busca del propio espacio
A lo largo de la charla Camila Romano no deja pasar la oportunidad de nombrar a su familia, sobre todo a su padre y a su abuela quienes, desde Cravall la emblemática casa de ropa de Recoleta, marcaron el punto de comienzo de su carrera. Sus primeros pasos en la industria fueron justamente aprendiendo en la empresa familiar, una auténtica experiencia en 360 grados que cimentaron las bases de su carrera. Eso sumado a sus necesarios estudios académicos en la Universidad de Palermo.
-Empezaste trabajando en el negocio familiar desde chica, pasaste por todos los estadíos: fuiste vendedora, hiciste muestras, hiciste costuras, hiciste viajes de producto y producto terminado, diseñaste una cápsula… y además estudiaste en la Universidad de Palermo. Más allá del talento y las oportunidades ¿consideras que es necesario saber todos los pasos que tiene una empresa de moda y tener, además, una capacitación académica?
-Si, por supuesto. Y no solo capacitarte como diseñadora de indumentaria, uno también tiene que tener otras formación profesionales. También de otras carreras, me parece muy importante capacitarse en otros niveles ya sean terciarios o universitarios, incluso idiomas. Y si uno tiene la posibilidad de viajar, hacerlo.
-Se trata de trabajar para crecer
-Hay que trabajar y conocer porque este trabajo no es "hago tres vestidos y me pongo un showroom" Es importante poder entender toda la cadena de producción. Y además entender lo difícil que es. Si yo llegué hasta acá es por cada hora trabajada, por cada sufrimiento y por cada cosa buena que ocurrió. Todo lo que fui aprendiendo fue el resultado de muchas cosas incluida la experiencia que da la universidad. Para mí también es muy importante poder trabajar para otros para poder trabajar mejor para uno, que es ahí donde uno entiende bien qué es lo que quiere y hacia dónde va.
-¿Ahí qué papel juega tu familia?
-De mucha contención. Tengo mi familia, mi marido y mis hijas que me ayudan a sostener toda esta estructura, porque uno está muy solo en las decisiones, en las elecciones, en la apuesta, en la inversión, en las decisiones de cada vestido y en las ediciones comerciales.
-Leí que no fue fácil usar tu nombre propio como nombre de tu marca. ¿Cómo manejas el ego cuando ves tu nombre en la tienda?
-Fue muy difícil (risas). Me costó mucho asumir lo que soy, lo que hago, mostrarme, que la gente acepte mis diseños, encontrar mi lugar. Por otro lado, entiendo que es mi nombre al servicio de una marca que es mía y que me identifica.
-Con lo que me contas supongo que no debe haber sido nada fácil ver tu nombre en un cartel o en una etiqueta. ¿Qué te pasa con eso?
-No me doy tanto cuenta de las cosas, me fueron pasando con mucho esfuerzo y con mucho trabajo. Yo soy la misma Camila, aquella cuando me recibí y cuando puse mi primer local en la Galería Promenade. Después de todos estos años soy la misma persona trabajadora de aquel momento y creo que cada persona que viene a conocer mi atelier o que vive la experiencia de hacerse un vestido conmigo puede decir que yo soy la misma acá y afuera. Y volviendo a tu pregunta anterior, por suerte los carteles de la Avenida Alvear son bastante chiquitos (risas).
-¿Cómo es trabajar con Camila Romano?
-Hago lo que me gusta y sé lo que hago, por eso lo que pienso que hay que hacer, lo hago y lo transmito a mi equipo, a mis modistas y bordadoras. Y a mis clientas cuando vienen por una opinión. Me encanta trabajar en equipo, me encanta escuchar opiniones y poder disfrutar y poder acompañar a cada persona que viene en ese momento único de la vida, porque son momentos muy especiales.
-¿Cómo es hacer moda en Argentina? sobre todo en el mercado de lujo al que perteneces.
-Todo en Argentina es muy difícil, pero se sale adelante siempre, con ganas. Buscándole la vuelta siempre se sale adelante. Tengo el privilegio de trabajar en el mercado de lujo en Argentina que es súper chiquitito, y cada vez uno va encontrando más lugar .
-¿Te costó encontrar ese lugar?
-Se fue dando, todo se fue dando. Siempre me sentí muy apoyada por los colegas, casi toda la gente del ambiente de la moda, del rubro textil, los proveedores, las modistas, toda la gente que está dentro de esta cadena siempre me recibió muy bien y eso fue y es algo que me ayuda.
La moda
Si algo caracteriza al mercado del lujo es la exclusividad de las prendas y el valor que tienen gracias a un exquisito trabajo manual. En un mundo donde la moda es una de las industrias más contaminantes del planeta, aunque pequeña, a sustentabilidad también tiene su espacio.
-¿Existe la sustentabilidad en la alta costura que fabricas?
-Existe. No desde los textiles porque los géneros que compramos no están adaptados a las normas de sustentabilidad. Aunque si me parece sustentable repetir un vestido, prestarlo, rehacerlo. Tengo muchas clientas que tienen un vestido comprado acá que vuelven y piden cambiarle el forro o hacerlo más corto o ponerle una manga…
-¿Te gusta que ocurra eso, que vuelvan con esos pedidos?
-Me encanta. Me encanta porque siento que mis vestidos tienen un plus, que se pueden seguir usando.
-¿Qué es la moda?
-Es mi vida. Es algo que vino hacia mí y se quedará para siempre. Tengo la bendición enorme de trabajar de lo que me gusta. Y sobre todo dar mucho trabajo a otras personas. Mi equipo es muy grande, hay muchas mujeres mayores que solo dependen de trabajar en Camila Romano. Desde ese lado la moda, para mí, es mucha responsabilidad.
-¿Cómo es trabajar con ellas?
-Tengo mucha suerte porque yo me siento elegida por mis modistas. Si bien el equipo se fue renovando, en un momento cuando estas mujeres se quedaron sin trabajo (porque muchas trabajaban para otras diseñadores que ya no están), aparecí yo, nos conocimos y una fue recomendándome con la otra. Confiaron y apostaron conmigo desde hace más de 10 años.
-¿Cuál crees que es hoy el desafío de la moda?
-Primero sostenerse, poder sostenerse en este mercado y después estar reinventándose todo el tiempo, buscándole la vuelta, pero siempre volviendo como a las bases. Ese es un gran desafío.
-Hoy hablabas de la búsqueda de la elegancia, ¿qué es la elegancia?
-Todo, mi atelier, mi vida, mi búsqueda. Es algo que heredé de mi abuela, de mi papá. Es esa búsqueda de las cosas que estén bien hechas, que sean simples, que perduren en el tiempo. Significa que todo sea armónico. En el caso de mi ropa es que los vestidos estén bien hechos y que haya armonía. Y que siempre te remitan algo, a mí me remiten a mi abuela.
-Entonces la elegancia es algo más que ropa
-La elegancia no es solamente una prenda, es una forma de vida. A la elegancia la busco en mi casa, en mis prendas, en mis textiles, en la selección de materiales, en los accesorios, ¡en todo! Es una gran búsqueda que también incluye la comida y los lugares a donde voy.
-Tu marca nació en plena época de redes sociales, ¿creés en el poder de los influencers?
-Creo que son una herramienta como muchas otras, pero no hay que enceguecerse con estas cosas. Son una buena herramienta más para la venta y los tomo como eso.
-Tenes clientas famosas y mediáticas, ¿te sentís cómoda en ese lugar?
-Si las dejo bien vestidas, si (risas). Yo soy la diseñadora, hago el vestido, te doy el vestido y hasta ahí llego. Si te tengo que acompañar, te acompaño pero no me interesa más allá de eso.
-Miremos hacia el futuro, ¿te gustaría que tu marca trascienda cuando no sigas al frente?
-No, yo soy Camila Romano. Y no lo digo desde el ego, al contrario, tengo un gran equipo y recibo mucho apoyo de ellos. Para mí cuando uno pone su nombre ya es otra cosa y me costó mucho decidir que mi propio nombre sea mi marca.
-Fama y prestigio ¿cuál preferís?
-Prestigio.
-Éxito, fama y fortuna, ¿te animas a ordenarlos por prioridad?
-Éxito y fortuna para poder seguir teniendo más éxito y vivir bien (risas). Y después fama.
-Sin pensarlo demasiado, ¿cuál es la prenda que te identifica?
-Un traje negro en lo personal. Y para Camila Romano marca un vestido blanco muy bien confeccionado, quizás con corsetería en este momento.
-¿Crees que el sistema de la moda fagocita gente?
-Siento que hay quienes se dejan llevar por eso. De todas maneras mi foco está en otro lugar. A Camila Romano la vienen a buscar en un momento muy especial de sus vidas y mi trabajo es darles lo que buscan.
MODELO @solricchio para @lomanagement
FOTOS @fotos.diego
ESTILISMO @alegarcia360
MAQUILLAJE Y PEINADOS @luani.makeup para @sebastiancorreaestudio.
Suscribite al newsletter de Para Ti
Si te interesa recibir el newsletter de Para Ti cada semana en tu mail con las últimas tendencias y todo lo que te interesa, completá los siguientes datos:
