Hace tiempo que las tendencias de skincare se trasladaron al cuidado del cuerpo y, ahora, también lo hacen al pelo.
Se conoce como hair cycling a un conjunto de prácticas para tratar el pelo como si fuera el rostro.
Si bien el concepto es bastante amplio, la idea es diseñar un calendario de tratamientos capilares con diferentes beneficios complementarios, que se suceden y repiten en un ciclo.
Los que lo recomiendan afirman que la suma de todos ellos se reflejará en la salud y belleza de tu pelo.
En qué consiste el hair cycling
Cuando comenzás a usar retinol concentrado para la piel del rostro, tu médico te aconseja que hagas un período de adaptación para que la piel no se resienta.
Primero, tenés que incluir el activo en tu sesión nocturna, e irlo rotando con otros ingredientes que trabajan por el bienestar cutáneo.
Algo similar propone el hair cycling. Lo fundamental es alternar rutinas y saber cómo, dónde y de qué manera hidratar y alimentar tu pelo, según su tipo, ya que en cada caso las necesidades pueden variar.
Sí, las necesidades capilares pueden cambiar, incluso, según la época del año. Por eso es esencial partir de un diagnóstico profesional personalizado que te oriente sobre el orden de los tratamientos y con qué prioridad los tenés que implementar.
Hair cycling: cómo definir el tipo de pelo
Se parte de la idea de adoptar un protocolo específico para cada cabello con lavados diferentes, que trate los problemas que presenta y saque todo su potencial, atendiendo desde la raíz hasta las puntas.
Cuidar el cuero cabelludo es fundamental para la producción y el crecimiento del pelo. Para ayudarlo hay sérums formulados para esta piel, incluso ampollas con monodosis, compuestas por diferentes principios activos (en función de la necesidad) para que fabrique una queratina (la materia prima del pelo) de buena calidad.
Las particularidades de cada pelo se deben a diferentes factores, como las modificaciones a las que ha sido sometido:
-químicas: coloraciones y decoloraciones;
-térmicas, por la acción de las herramientas de calor;
-físicas: pelo cortajeado por cepillado agresivo o maneras de atarlo que lo producen.
Además, la definen tus hábitos (si hacés natación, la constante exposición al agua clorada) o ciertos factores ambientales de temperatura o presión atmosférica.
Cómo iniciarse en el hair cycling
El hair cycling debe orientarse a cuidar el cuero cabelludo, las cutículas capilares (largos y puntas) y las acciones de protección y prevención de potenciales daños.
Para comenzar, una limpieza exhaustiva es prioritaria para acabar con todas las impurezas, el exceso de grasa, la descamación… Para ello, optar por shampoos que sean eficaces y atiendan las necesidades propias mientras equilibran el pH sin irritar.
Los expertos aconsejan intercalar distintas fórmulas que aborden diferentes problemas.
En este punto se puede sumar el exfoliante capilar, que actúa colaborando en la limpieza y oxigena la piel. Aunque su frecuencia de uso dependerá de las necesidades, no deberían ser más de dos a la semana.
Podés comenzar el primer día de lavado un shampoo detox (retira las partículas de polución y los restos de otras fórmulas), al segundo optar por uno reparador (fortalece ante cualquier amenaza) y, el tercero, aplicar uno hidratante (preserva la humedad para garantizar el brillo y la suavidad).
La frecuencia de lavado debe ser de acuerdo a tus hábitos: no por emplear el hair cycling es necesario que te laves más o menos seguido a como lo hacés habitualmente.
Es preferible que, por su naturaleza más agresiva, solo apliques el detox en uno de cada dos ciclos. Podés probar esta técnica en tus duchas nocturnas para que los activos de tratamiento se absorban mejor.
Fotos: Pinterest
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