“La naturaleza y el entorno fueron los principales disparadores que nos llevaron a pensar una casa sin límites” dicen los arquitectos Justina Leone y Gastón Loray a la hora de definir esta obra, inspirada en muchas del maestro Le Corbusier.
Diseño y vanguardia van aquí de la mano y proponen un juego permanente entre los conceptos de vacíos y llenos y entre las relaciones del interior con el exterior.
Dosis de minimalismo y de exploración de las relaciones interior -exterior son las bases de esta vanguardista propuesta firmada por los arquitectos Justina Leone y Gastón Loray, titulares de un premiado estudio con oficinas aquí y en el exterior.
Una casa de dos plantas, con fachadas tratadas como grandes miradores hacia el exterior, resuelta con dos materiales fetiche: “El aluminio es uno de los materiales protagonistas en la casa; ya que nos permitió realizar aventanamientos de dimensiones no tradicionales y poder generar una relación visual casi imperceptible entre el interior y el exterior. El sistema de parasoles que se eligió es también de aluminio, en este caso simulando el color madera para generar un vínculo visual con la arboleda que envuelve al entono”, detallan los arqs. Justina Leone y Gastón Loray (@leoneloray), el duo de profesionales a cargo de esta obra.
Las fachadas se trabajaron con colores neutros que acompañan el entorno y permiten una armonía tanto con el interiorismo como con el paisajismo.
Colores claros y muebles a medida
Para el desarrollo del interiorismo de la casa se pensó en una línea de muebles a medida, diseñados en función de cada espacio. Algunos de ellos luego fueron evolucionando para mas tarde convertirse en una colección cápsula llamada ¨Gunta¨ y creada junto a la empresa Fontenla. A esa colección pertenece el versátil sofá Gunta en lenga y entelado de lino soft, los sillones individuales con detalles de esterilla natural y las mesas de centro en laca color manteca con estructura de hierro color negro. Cortinas de lino en color gris traslúcido (Kaplo).
En el interior predomina la madera, combinada con el off white de las paredes y cielorrasos, y se vive un clima de minimalismo cálido, simpleza y atemporalidad. El living comedor tiene pisos en Vinillum madera (Patagonia Flooring).
El juego de comedor es otra pieza de la colección Gunta creada por Leone Loray + Fontenla: mesa en laca color manteca, sillas en lenga y lino soft, combinadas con otras clásicas Wishbone. El cuadro que le da color a este espacio es una reproducción de un banco de imágenes y las lámparas colgantes son diseño del pretigioso Juan Di Ciervo.
La protagonista: una escalera rampada con vista al verde
“El proyecto contempla una estructura espacial vertebrada por una escalera rampada que acompaña al gran tesoro de la casa: el patio central rectangular que permite ver y tener el cielo adentro, y crea una cortina de luz cenital que genera luces y sombras mientras la casa se desarrolla a su alrededor”, detallan.
Toda la vivienda fue organizada en forma y función a través de la disposición de ese patio interno. La escalera en cuestión tiene 11 metros de desarrollo, con escalones de sólo 12 cm de altura; esto permite un recorrido muy suave y fluido, donde uno casi no se da cuenta que está subiendo y facilitó que en el recorrido se puedan contemplar los espacios y el patio.
“Creemos que la incorporación de elementos naturales como la vegetación, los árboles, el sol y la ventilación, articulados con los elementos arquitectónicos como la escalera rampada, los muros en doble altura y la fluidez espacial; hicieron que este proyecto sea único”.
Flexibilidad y espacialidad en la cocina
La cocina propone una doble mesada en isla que ofrece flexibilidad espacial, funcionalidad y aprovechamiento de las vistas. Los muebles se diseñaron a medida de las necesidades, teniendo en cuenta su uso y función en relación al espacio, y se materializaron en un termoformado color blanco (Johnson Amoblamientos) con mesadas en Corian (ION), vajillero de vidrio fume gris con interiores en melamina (Johnson Amoblamientos) y grifería Hansgrohe (Folk).
Menos es más para la suite principal
En el dormitorio principal, un respaldo en laca color gris, realizado por carpintero a medida, se extiende en todo el ancho del dormitorio. Sobre las mesas de luz flotantes realizadas a medida por un carpintero caen las bellas lámparas Lenteja, creadas por Juan Di Ciervo. Ropa de cama (Filomena).
El baño en suite tiene un mueble varillado en laca color verde, mesada de Corian y grifería Thol (Folk). El piso lleva placas de Fibrex (Patagonia Flooring) y las paredes están revestidas en travertino nacional al agua (Travertino Canning). Sobre la mesada, dos velas blancas (@salazarcasa).
Una galería en clave minimalista
El menos es más se impone también en la galería exterior, trabajada en negro, blanco y madera. Para el sector living, sillón modular en “L” en tela náutica (Pampa Living) y mesa de centro (Wood Market).
La parrrilla en tanto tiene frentes de chapa plegada color negro satinado hace equipo con la barra de mármol travertino y Corian. Mesa de exteriores (Wood Market) con sillas (Coin Vert).
Arquitectura de lenguaje puro en cada fachada
Las cinco fachadas de la casa fueron diseñadas respetando el emplazamiento y el entorno. “Inmensidad y vacío eran los indicadores intangibles del sitio, por lo que decidimos fachadas con un lenguaje horizontal, puro, minimalista y que el entorno sea el que resalte esa pureza y simplicidad que representa el estilo del estudio”, explican los arquitectos Leone y Loray.
La piscina con revestimiento interior en piedra Bali y solárium de travertino, se ubicó en forma paralela a la casa para que actuara como espejo de los árboles circundantes, reforzando el sentido del proyecto y dándole a la casa un cierre perfecto.
Producción: Malu Satzger.
Fotos: Diego García.