Siempre la vimos desde afuera, por foto o televisión, pero poco se sabe de la Casa de los Presidentes de la cual hoy todos hablan por los hechos de violencia que habría cometido el expresidente Alberto Fernández contra la ex primera dama Fabiola Yañez.
La Residencia Presidencial de Olivos fue testigo de la vida política de nuestro país pero pocos son los detalles que históricamente se han conocido sobre lo que sucede detrás del paredón de Avenida del Libertador.
La mansión fue diseñada por Prilidiano Pueyrredón en 1854 y construida en un predio de 35 hectáreas. La idea de que existiera una casa de veraneo para los primeros mandatarios fue de Carlos Villate Olaguer Feliú y Azcuénaga, quien cedió en 1918 la cabaña donde vivió el brigadier Miguel de Azcuénaga, vocal de la Primera Junta de Gobierno.
Es por ello que una de las calles laterales le rinde homenaje al dandy millonario y benefactor "Carlos Villate".
Se trata de una construcción principal de estilo neoclásico con columnas, rodeada por otras construcciones auxiliares y jardines con senderos rodeados de pinos y eucaliptos y estatuas.
La casa tiene dos plantas, tres dormitorios, seis baños y varias salas de recepciones. Sufrió muchas modificaciones aunque conserva parte del mobiliario original.
Entre las curiosidades que guarda la Quinta de Olivos, se destaca que no todos los presidentes la ocuparon. Por ejemplo, Don Hipólito Yrigoyen solo fue una vez y Agustín P. Justo, sólo la usó como casa de veraneo.
Se dice que a Juan Domingo Perón mandó a asfaltar los senderos para poder circular con su moto y que hizo construir un cine y un teatro griego. Arturo Umberto Illia, en cambio, prefería hacer largas cabalgatas rodeado de perros.
Fuente: periodista Mariela Blanco. Instagram: @marielablancoperiodista/Twitter: @marielablanco26/[email protected]
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