Después de los 40 cuidar la masa muscular es un desafío crucial, no solo por una cuestión estética sino, más que nada, de salud.
Es que la musculatura protege los huesos que comienzan a debilitarse y a perder densidad. Por eso, el entrenamiento debe orientarse, en la medida de lo posible, a cuidar y a mantener los músculos.
La pérdida de firmeza suele hacerse visible en los brazos, sobre todo cuando comenzamos a usar prendas más descubiertas.
Para tonificarlos, los ejercicios dentro del entrenamiento funcional son más que apropiados. Uno de ellos son los fondos o dips, un movimiento que se focaliza en los tríceps.
Complementariamente, los fondos trabajan los hombros y el pecho, por lo que se consideran un ejercicio completo y un gran recurso para tonificar los brazos de manera integral.
Cómo tonificar tus brazos con un ejercicio localizado
Además de los fondos en banco podés sumar otros ejercicios que contribuirán a que logres tu objetivo.
Podés hacer flexiones cerradas que trabajan intensamente los tríceps y el pecho. Son ideales para quienes buscan definir los músculos de los brazos.
Otro ejercicio son los kickbacks o patadas de tríceps, que se enfocan en la zona donde la flacidez es más común, ayudando a tonificar y reafirmar la piel.
Para obtener los mejores resultados, es esencial realizar estos ejercicios con regularidad, aumentando gradualmente la intensidad y el peso utilizado, siempre cuidando la técnica para evitar lesiones.
Es ideal acompañar tu entrenamiento con una alimentación rica en proteínas para apoyar la reparación y el crecimiento muscular, aspectos especialmente importantes a medida que avanzamos en edad.
Por eso, siempre es bueno que consultes con especialistas en nutrición y entrenamiento, para que te ayuden a sentirte mejor y a obtener buenos resultados.
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