Si te gustaría decorar tu casa con plantas pero tus ambientes son oscuros, no te preocupes. No tenés que renunciar a ellas. Existen algunas especies que directamente se benefician con estas condiciones, como es el caso de la aspidistra, una de las plantas que es tendencia deco.
Linda, decorativa e ideal para manos inexpertas, crece prácticamente en cualquier rincón donde la coloques y no suele presentar problemas habituales de plagas.
Aspidistra: una planta que se las banca todas
La aspidistra -también conocida como pilistra, orejas de burro o por su nombre científico como Aspidistra elatior- es nativa de China, Himalaya y Japón, y es una de las plantas más recomendadas para principiantes o para sumar un toque tropical a la deco de la casa.
Aunque no te suene mucho su nombre (o sí), la aspidistra tuvo su época de esplendor hace unos años y ahora volvió con fuerza con el objetivo de imponerse tanto en interiores como en exteriores.
La aspidistra es considerada una de las especies más elegantes. Un dato curioso es que durante el siglo XIX y XX en Inglaterra se convirtió en un símbolo de distinción.
Sus imponentes hojas ovaladas y jaspeadas de color verde intenso pueden llegar a medir hasta 70cm de largo y son las encargadas de llenar de calidez, frescura y elegancia cualquier rincón del hogar.
Cómo cuidarla
- Luz y ubicación: si bien es cierto que necesita algo de luz, una de las ventajas es que puede crecer y desarrollarse sin problemas en lugares de sombra, tanto en interior como exterior. La exposición total al sol no se recomienda porque podría quemar sus hojas o volverlas amarillas.
- Temperatura: a pesar de que no es exigente, prefiere aquellas que se mantengan entre los 13 ºC y los 21 ºC. Por otro lado, es fundamental evitar el exceso de humedad ya que el mismo puede causar la aparición de manchas en sus hojas y debilitamiento.
- Riego: debe ser moderado ya que no tolera el exceso de agua. Se recomienda hacerlo una vez por semana y siempre verificando que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regar.
- Sustrato: debe tener un buen drenaje que evite los encharcamientos y airee sus raíces.
- Fertilizante: si bien no es muy necesario, se le puede aplicar algún fertilizante disuelto en el agua de riego una vez al mes. Esto, además de contribuir a su crecimiento, hará que las hojas tomen un color verde bien intenso.
- Poda: por lo general, no se debe realizar una poda, a menos que las hojas estén muy secas y sea necesario. Se puede hacer en cualquier época del año y lo ideal es quitar solo las hojas amarillas y estropeadas.
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