Después de más de un año buscando el departamento perfecto para reformar, una joven pareja y sus dos gatos, Bartô y Fred, encontraron esta propiedad de 93 m2 en una supermanzana en el área de Asa Sul del Plano Piloto de Brasília.
De los tres dormitorios que tenía, el primero se convirtió en oficina, el segundo se mantuvo como futuro cuarto de niños y el tercero se transformó en una suite con un baño adicional.
Para ampliar el área social, mejorar la ventilación cruzada y realzar la iluminación natural, la cocina se integró en la sala de estar.
La separación entre estas áreas se marca por diferentes tipos de pisos (un excelente recurso de diseño para separar espacios). Por un lado parquet de madera restaurado para las áreas secas y por el otro baldosas de porcelanato cementicio para las áreas húmedas.
En consonancia con el estilo modernista de las supermanzanas de Brasília, la viga y la losa del techo se despojaron de yeso en todo el living y el pasillo, destacando la rusticidad del hormigón visto utilizado para construir la supermanzana, tan antiguo como la ciudad misma, ambos inaugurados en 1960.
El cierre del pasillo, instalado para permitir la climatización del living y para mantener a los gatos fuera del área íntima de la casa durante la noche, es una puerta pivotante del piso al techo que, cuando está abierta, preserva la continuidad aparente de la viga y la losa de hormigón, así como el eje de color verde que comienza en la entrada del departamento, rodea el volumen de la mesada de la cocina que da al living, y continúa hasta el final del pasillo.
El antiguo conjunto cocina-lavandería-cuarto de servicio-baño de servicio tuvo sus divisiones demolidas y repensadas para priorizar las necesidades de la pareja.
Junto al living deseaban una cocina amplia e integrada, con mesadas generosas y mucho espacio de almacenamiento, permitiéndoles cocinar juntos y socializar con amigos mientras preparan las comidas durante las visitas.
Como fondo de la cocina, un panel de azulejos creado especialmente para este proyecto agrega otro elemento que, junto con los cobogós, el hormigón visto, el piso de parquet y las grandes ventanas con vistas al área verde, celebra y resalta lo mejor de la arquitectura tradicional de las supermanzanas de Brasília.
El nuevo lavadero se construyó en el espacio de la antigua cocina, revestida de azulejos, con una ventana corrediza de vidrio para el paso de luz natural y ventilación.
En lugar de la antigua lavandería, se construyó el baño de la suite, con una amplia vista a los cobogós que reciben la luz de la mañana, protegidos por vidrios esmerilados corredizos para preservar la privacidad de los residentes.
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