Dos noticias que conmueven, alarman y causan preocupación. Dos adolescentes murieron en esta último semana debido a un shock séptico. Las dos estaban de viaje de egresados: Juana Milagros Sirimarco Díaz tenía 13 años y estaba en Villa Carlos Paz cuando enfermó, su cuadro empeoró en el camino de regreso a Posadas; Selene Peretti tenía 17 años, murió en Bariloche tras presentar síntomas compatibles con mononucleosis. Hoy sus familias hablan de negligencia.
Qué le pasó a Selene Peretti, la joven que murió en Bariloche
"Esta hermosa personita hoy nos dijo adiós …viajo con mucho entusiasmo a su viaje de egreso. Y ahí se nos quedó. ..un ser divino puro nos dejo la vida vacía Sele mí chiquita. Te amo y voy amarte de por vida mí Reyna que dolor insoportable, cielo", escribió la tía de Selene en una desgarradora despedida.
Los familiares y amigos aún no pueden entender cómo Selene murió el 11 de octubre. La joven era oriunda de Verónica, en la provincia de Buenos Aires. El 5 de octubre había sido atendida en un centro de salud en La Plata por un cuadro de fiebre. El médico que la atendió estimo que estaba en condiciones de hacer su viaje de egresados a Bariloche y al día siguiente viajó.
Al día siguiente, la adolescente viajó a Bariloche y al llegar, reaparecieron los síntomas. Según los responsables del viaje, fue llevada a una clínica y la dianosticaron con mononucleosis; según la familia, estuvo 48 horas sin atención médica, y luego quedó internada. De inmediato sufrió un shock séptico y murió.
La inexplicable muerte de Juana Sirimarco Díaz tras regresar de Villa Carlos Paz
El otro caso que conmueve es el de Juana Milagros Sirimarco Díaz, la adolescente de 13 años oriunda de la provincia de Misiones. Habría contraído Influenza b y también murió de shock séptico. Sus padres denuncian negligencia por parte del colegio y de la empresa de turismo.
Juana había partido con sus compañeros del colegio y algunas maestras el pasado 2 de octubre. A los pocos días, le contó a su mamá que se sentía mal, le dolía la garganta. En el grupo había varios compañeros con los mismos síntomas.
El 7 de octubre cuando emprendieron el viaje de regreso a Posadas, los síntomas se agravaron. A las 2 de la mañana empezó con vómitos y fiebre alta. Un médico consultado por teléfono les recomendó que le administraran Dipirona inyectable, pero eso no mejoró su estado.
La mamá le pidió a una de las maestras que la llevaran a algún hospital por alguna ciudad de Corrientes, donde estaba pasando el micro. Pero no lo hicieron. El micro llegó a Posadas el 8 de octubre con Juana en estado crítico: tenía los ojos llenos de sangre y la boca negra. La llevaron directamente al hospital donde la ingresaron.
Intentaron en vano estabilizarla. Estuvieron a punto de amputarle los miembros inferiores y superiores porque se estaban necrosando. No hubo tiempo: sufrió muerte cerebral. Hoy sus papás piden justicia por Juanita y para que esto no vuelva a suceder nunca más.
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