Este departamento de 156m2, lleva el sello de la arquitecta Lula Gouveia, del estudio SuperLimão, y es un claro ejemplo de cómo el diseño contemporáneo puede combinar sustentabilidad y funcionalidad.
Con un enfoque en la reutilización de materiales y la integración de piezas industriales, el proyecto consistió en derribar paredes y tabiques para crear espacios abiertos y luminosos, que resaltan tanto por su estética como por su propósito.
En detalle: así se renovó este departamento de los años 60
En el hall de entrada se destaca el primer prototipo de la lámpara Biro-Biro, creado por SuperLimão con chips de aluminio. Esta pieza única, suspendida en el techo, introduce la originalidad que se mantiene a lo largo de la casa.
Además, un panel de grafito, recuperado de una obra en el barrio de Santa Cecilia, agrega carácter a las paredes.
El uso de pisos de epoxi y techos revestidos con paneles de policarbonato, junto a iluminación LED, aporta un aire moderno y funcional a los ambientes.
El living, de diseño flexible, propone bancos de madera reciclada de demoliciones rodeando el espacio. Un sofá móvil permite modificar la distribución según las necesidades del momento.
Para suavizar la dureza de los materiales industriales, se armó una especie de jardín suspendido con plantas tropicales.
La cocina, abierta al living, se destaca por sus muebles modulares reutilizados de oficinas encontradas en depósitos de chatarra y cuenta con instalaciones de acero inoxidable a la vista.
Un mural de azulejos de Lurca y cobogós originales del edificio añaden un toque artístico y colorido a este espacio.
La separación entre las áreas sociales e íntimas se logra mediante una puerta corrediza de madera contrachapada azul marino, que añade calidez y textura.
La zona íntima incluye tres habitaciones, una de las cuales es una oficina de fotografía integrada al pasillo, flanqueada por un estante de madera contrachapada.
En el dormitorio de la hija, una pintura mural de diseños geométricos crea un ambiente lúdico, complementado con una pared de pizarra para dibujar.
La suite de la pareja refleja un enfoque minimalista, con una cama de madera recuperada diseñada por Diana Albuquerque, al igual que la mesita de noche.
El baño mantiene el estilo industrial del resto del departamento, con pisos y encimeras de epoxi, y un banco dentro de la ducha que se extiende como estante debajo del lavabo.
La combinación de muebles de diseño clásico y contemporáneo, cuidadosamente seleccionados, complementa la atmósfera de innovación y funcionalidad del espacio.
Este proyecto es un claro ejemplo de cómo se puede renovar una propiedad con creatividad, respetando tanto el diseño original como las necesidades modernas, mientras se apuesta por la sostenibilidad y el reciclaje.
Ficha técnica
Ubicación: Jardins, Brasil
Arquitectos: SuperLimão
Área: 156 m2
Año: 2014
Fotos: Maíra Acayaba
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