Este fin de semana fue muy distinto para los reyes de España. El domingo se acercaron a Paiporta, la ciudad más afectada por la DANA, y a la impresión que se llevaron por el desastre que ocasionó la inundación se sumó la consternación por la lluvia de barro e insultos que recibieron de parte de los vecinos de la localidad.
Letizia lloró, se conmovió y abrazó a los vecinos. La imagen de la reina de España quebrada y con lágrimas recorrió el mundo. No es habitual verla llorar en público y mostrándose tan vulnerable. Cuando les comenzaron a tirar barro, tuvo que intervenir la policía. Los guardaespaldas quisieron sacarlos del lugar, pero tanto Felipe VI como Letizia se negaron a irse.
Con barro en la cara, Letizia habló con cada uno de los que se le acercaron; consoló y abrazó a los más desesperados. En el momento más tenso de la visita, un joven le aclaró que los gritos no eran contra ella ni contra el Rey. Ella le agradeció al tiempo que se tapó la boca consternada y las lágrimas brotaron de sus ojos.
Sin duda, este fin de semana fue el más difícil y duro de su reinado. Ser testigos del desastre y de la ira de los vecinos les dejó una marca imborrable.
Fotos. Fotonoticias
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