Podríamos decir que esta casa argentina no solo está pensada para convivir con la naturaleza, sino para integrarse completamente con ella. Bautizada "LuMa", gira alrededor de un majestuoso roble centenario en Martínez, árbol que se convirtió en el corazón del diseño.
La casa se levanta en un terreno entre medianeras con una orientación complicada: el norte en la fachada principal y un desafío de privacidad para los propietarios. Pero lo que parecía un obstáculo se transformó en una oportunidad para crear algo realmente especial.
Así se diseñó esta casa argentina: la luz natural y el roble centenario como protagonistas
El primer desafío al momento de diseñar esta casa fue lograr una conexión armónica con el roble y la luz natural. Sabían que la luz influiría en cada rincón de la casa, como siempre sucede en cualquier proyecto, pero la verdadera cuestión era cómo generar una relación significativa con ese árbol tan imponente.
¿Se lo admiraría desde el suelo o se lo miraría en su totalidad, alzando la vista hacia su copa? ¿Cómo lograr que el árbol sea parte fundamental del día a día sin perder privacidad? La respuesta a estas preguntas vino a través de un cuidadoso análisis: la conexión con el roble tenía que ser múltiple y su presencia tenía sentirse en todos los niveles de la casa.
Así, la casa no solo busca maximizar la luz sino también enmarcar el árbol desde distintas perspectivas.
Al llegar a la casa una fachada ciega y oculta da la bienvenida, como un susurro de lo que hay adentro. En el techo, un parque inclinado con el roble al centro, como si estuviera desafiando las convenciones del diseño.
Un patio circular que conecta con la esencia del árbol
Al cruzar la puerta de entrada un patio circular, con el roble en su centro, da una cálida bienvenida. Acá es donde la arquitectura comienza a contar una historia. Una viga que parte desde la planta baja rodea el árbol, envolviéndolo en una espiral ascendente que culmina en el segundo nivel de la casa.
La luz se cuela desde el norte, creando un juego de sombras que cambia según la estación, manteniendo el interior fresco en verano y cálido en invierno, gracias a la relación constante con el árbol.
Pero el verdadero broche de oro del diseño es el recorrido que se plantea en el interior de la casa. Desde el living, se evita la zona privada en el primer piso, dirigiendo hacia un jardín suspendido en lo más alto, entre las ramas del roble.
Desde ahí, se abre una vista espectacular, un horizonte lejano que da la sensación de estar suspendido en el aire, en total armonía con la naturaleza que rodea la casa.
"LuMa" no es solo una casa argentina. Es una experiencia sensorial donde el diseño y la naturaleza se funden en una danza perfecta de luz, espacio y árbol. Un proyecto donde el roble no es solo un elemento decorativo, sino el verdadero protagonista que da vida a todo el espacio.
Ficha técnica
Ubicación: Martínez, Argentina.
Arquitectos: AtelierM.
Área: 220 m2.
Año: 2020.
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