Te contamos cuáles son los tipos de aceites más comunes, cómo usarlos de manera efectiva y algunos tips que transformarán tu rutina capilar. ¡Dale a tu pelo la hidratación y suavidad que merece!
Tipos de aceites capilares: ¿cuál es el indicado para tu pelo?
1. Aceites de tratamiento intensivo: nutrición profunda para cabellos dañados
Si tu pelo está muy castigado o procesado, los aceites ricos en argán son ideales. Conocido como el “oro líquido”, el aceite de argán penetra profundamente en la fibra capilar, reparando desde adentro y ofreciendo una protección extrema. Es perfecto para cabellos que han pasado por alisados, decoloraciones o uso excesivo de herramientas térmicas.
Se aplican sobre el pelo húmedo para maximizar su capacidad de penetración y reparación. Estos aceites suelen ser más pesados y espesos, aconsejamos aplicar solo una vez por lavado.
2. Aceites ligeros: hidratación sin peso para cabellos normales a secos
Si tu pelo no está muy dañado pero querés mantenerlo hidratado y con brillo, los aceites más livianos, como los de lino o chía, son tu mejor opción, porque nutren sin sobrecargar la fibra, dejando el pelo suave y manejable.
Podés aplicar aceites livianos en seco hasta dos veces al día, con el pelo húmedo o seco. Siempre, masajeá suavemente la fibra para reactivar su brillo y suavidad.
3. Aceites tonalizadores: brillo y matización para cabellos rubios
Para cabellos rubios, los aceites con tonalizadores lilas o violetas son la clave para mantener un tono frío y neutralizar los reflejos amarillentos. Estos productos nutren mientras dejan un acabado perlado y nacarado.
Los podés usar una o dos veces por semana: después de aplicarlos debés masajearlos para potenciar su efecto neutralizador.
Tips para aplicar los aceites de forma correcta
El éxito de los aceites capilares está en cómo los aplicamos. Te dejamos el paso a paso para aprovechar al máximo sus beneficios:
1. Dosificá correctamente: colocá unas gotas o una válvula de en la palma de tu mano.
2. Generá calor: frotá las manos rápidamente para calentar el aceite y hacerlo más fluido.
3. Empezá por las puntas: aplicá el aceite primero en las puntas, que suelen ser la parte más seca y dañada del cabello.
4. Subí a los medios: distribuí el aceite hacia los medios, hasta la altura de las orejas.
5. No olvides el contouring: si te queda residuo en las manos, aplicalo en los mechones cercanos al rostro para mantenerlos hidratados y dóciles.
6. Evitá la raíz: nunca coloques aceites en la raíz para evitar que el cabello se vea grasoso.
Protección térmica y UV: el plus de los aceites profesionales
Muchos aceites profesionales vienen formulados con protección térmica y UV, haciéndolos perfectos para usarlos en la playa, después de la pileta o antes de modelar tu pelo con calor.
A pesar de lo que pueda parecer, estos óleos están diseñados para evitar el daño por calor y proteger la fibra capilar frente a la radiación solar.
Aplicá un óleo con protección UV antes de exponerte al sol o después de nadar para proteger tu pelo y mantenerlo brillante.
Elegir el aceite capilar adecuado y aplicarlo de manera correcta puede marcar una gran diferencia en cómo luce y se siente tu pelo.
Desde una nutrición profunda hasta un brillo radiante o una matización perfecta, los aceites son un must-have en tu rutina capilar.
Incorporalos y notá la diferencia: tu cabello te lo va a agradecer.
Fuente: Georgina Buscaglia, experta en color y cuidado del cabello
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