A partir de la pandemia, todos, de una forma u otra, reformulamos nuestras maneras de habitar, trabajar y transportarnos. Este impacto fue significativo en las tendencias de interiorismo, transformando la manera en que diseñamos y utilizamos los espacios.
Actualmente, muchos de los ámbitos usados para actividades específicas se resignificaron por los nuevos requerimientos surgidos postpandemia. Esta situación colectiva nos obligó a reflexionar también individualmente sobre nuestra forma de habitar los lugares, que hasta ese momento parecían responder adecuadamente a nuestras necesidades.
La "máquina de habitar" de Le Corbusier, con su concepción funcional y espacial, ya no podía ofrecer una respuesta completa a los múltiples requerimientos de esta nueva realidad.
Por otro lado, los centros urbanos, que antes mostraban el frenético ritmo de la ciudad, quedaron deshabitados e incluso ocupados por curiosos animales. Unos meses más tarde, nos reincorporamos a las aulas y oficinas, pero ya no éramos los mismos. Todo se tiñó de una nueva realidad que poco o casi nada tenía que ver con lo que habíamos conocido anteriormente.
Más allá de lo expresado, y aunque atravesamos momentos angustiantes, quisiera resaltar la relevancia de los interiores que habitamos y resignificamos a partir de este evento colectivo.
La clave en esta transición fue responder a la necesidad imperiosa de contar con ambientes funcionales y flexibles. Con más personas trabajando y estudiando desde casa, se valoró mucho más la funcionalidad de los espacios.
Se comenzaron a crear áreas multifuncionales, como oficinas en casa que también podían servir como salas de estar o ámbitos de estudio. El aumento del trabajo remoto impulsó las tendencias de incorporación de tecnología en el diseño de interiores, adentrándonos en los desafíos del siglo XXI. Desde sistemas de iluminación inteligentes hasta soluciones de conectividad mejoradas.
Un gran número de personas, con poca o nula capacitación previa, comenzaron a intervenir en el interior de su hogar, cambiando el mobiliario o simplemente pintando. Algunos incluso decidieron mudarse en busca de más contacto con el espacio exterior y la naturaleza.
Se priorizó la conexión con el verde, impulsando las tendencias de las plantas interiores y la creación de entornos que brindaban tranquilidad y relajación. Mediante el diseño de terrazas y jardines, algunos hasta empezaron sus propias huertas en busca de una alimentación más saludable.
Como pocas veces sucedió en la historia del diseño, el espacio interior adquirió un peso tan gravitacional en la búsqueda de mayor confort y bienestar individual. La pandemia hizo que muchos buscaran entornos más acogedores y confortables. Esto se tradujo en el uso de muebles más cómodos, texturas suaves y una paleta de colores más cálida y relajante.
El auge de los programas de diseño, la amplia difusión de tutoriales en materia de interiorismo y el crecimiento exponencial de las ventas de objetos de diseño para interiores han puesto en el centro de la escena una estética más personalizada. La gente empezó a customizar sus espacios para reflejar su identidad y estilo personal, lo que llevó a un aumento de soluciones con decoraciones y muebles únicos.
Por último, y no menos importante, se aceleró la conciencia sobre la sostenibilidad. Se valoraron más los materiales eco-friendly y las prácticas de diseño que reducen el impacto ambiental. Palabras como "sostenible", "circular" y "reciclaje" se volvieron tendencias.
Considero que ya no podemos, como interioristas, responder desde el mismo lugar que lo hacíamos antes de la pandemia. Nuestros clientes son los mismos, ni nosotros lo somos. Nuestros horizontes se ampliaron y nuestra realidad circundante fue interpelada.
Por eso, es necesario agudizar la mirada y ser más pertinentes en la búsqueda de dar una respuesta completa a nuestros usuarios, que hoy tienen expectativas y demandas mucho más rigurosas que las que tenían en el pasado. Diseñemos entonces asumiendo el desafío de plasmar este cambio de época que significa ser interioristas hoy.
Texto: Arq. Valeria Baudot, directora de la Licenciatura en Diseño de Interiores de UADE.
Fotos: Pinterest.
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