Recientemente se dio a conocer que la reina Camilla se vio en la obligación de cancelar varios compromisos de su agenda debido a una infección de pecho.
La más reciente fue este martes, ausente con aviso a la recepción del emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, y su esposa, evento que presidió el rey Carlos III junto al príncipe William y a su esposa, Kate Middleton.
Según informó el Palacio de Buckingham, la esposa de Carlos III se va a perder parte de la visita de Estado al Reino Unido del mandatario, dado que no se está recuperando tan rápidamente como se esperaba.
"Su majestad la reina se encuentra indispuesta por una infección en el fecho, por la que el equipo médico ha advertido que debe tomarse un breve período de descanso", dice en una parte el comunicado.
Su equipo médico le indicó máximo tras su larga gira por Australia y Samoa, la última actividad oficial que realizó antes de caer enferma.
Como a la fecha la reina lleva varias semanas con una infección en el pecho que no termina de curarse, Buckingham se vio obligado a confirmar la enfermedad de la reina y cancelar muchos de sus compromisos.
Camilla, siempre caracterizada por su estado físico y su salud de hierro, pasa por un momento complicado. Algo que se una al cáncer que padece Carlos III y del que se encuentra en tratamiento.
Esta nueva ausencia obligó a la Casa Real a dar más explicaciones sobre el estado de la reina. La salud de la propia Corona no pasa por su mejor época con las diversas bajas de sus miembros y los escándalos que les rodean. La ausencia de Camilla ha sido la gota final en un agónico 2024.
"Con enorme pesar, la reina ha tenido que cancelar los compromisos para esta semana. Pide disculpas a todo aquellos que puedan sentirse afectados como consecuencia de su decisión", también dice el comunicado.
Desde el entorno de la reina se asegura que todo es consecuencia de una "desagradable infección de pecho", afirma el Daily Mail. "Teniendo algunos efectos secundarios persistentes, en particular dejando a Su Majestad con reservas de energía significativamente disminuidas".
Una afirmación que comienza a inquietar a la opinión pública. Son ya muchos los ciudadanos que, a través de sus redes sociales, se preguntan por esta infección persistente en una persona que ha cumplido ya los 77 años, aludiendo a que no es una situación exenta de riesgo.
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