Es el primer Mundial de Polo femenino de la historia. A partir del próximo 9 de abril se disputará la primera Copa del Mundo femenina que se llevará a cabo en el Campo Argentino de Polo, en Buenos Aires. Argentina, Brasil, Estados Unidos, Italia, Irlanda y Gran Bretaña buscarán el título en lo que será un nuevo hito en la historia de este deporte.
El polo femenino está creciendo a pasos agigantados no sólo en nuestro país sino en todo el mundo y es por ello que esta nueva contienda mundial le da una nueva visualización a las polistas, que año a año se esfuerzan más y más para llegar a la cima. Por eso se decidió la organización de este 1er Mundial de Polo Femenino presentado por RUS fem.
En 1987, bajo la presidencia de Don Marcos Uranga, se disputó por primera vez el Mundial masculino de 14 goles que organiza la Federación Internacional de Polo (FIP). La edición inicial se jugó en nuestro país y el campeón fue Argentina, quien hoy en día es el máximo ganador del torneo, con 5 títulos. Treinta y cinco años después y con Delfín Uranga (hijo de Marcos) comandando la Asociación Argentina de Polo (AAP), se confirmó un nuevo hito en la historia de este deporte, las mujeres disputarán la primera edición en el Campo Argentino de Polo en Palermo.
"El polo femenino está en constante crecimiento, un deporte donde la mujer fue espectadora ahora es protagonista. Para la AAP, institución que brega por la inclusión y la igualdad en el deporte, es un honor y un orgullo que el primer certamen se juegue en las míticas canchas de Palermo, a las cuales todo polista quiere llegar alguna vez", expresó el presidente de la AAP, Delfín Uranga. En coincidencia con Para Ti, la Asociación Argentina de Polo también cumple 100 años de historia en 2022.
Serán dos grupos de tres equipos cada uno que se enfrentarán a la americana (todos contra todos) entre el 9 y el 13/4. El jueves 14 será el turno de las semifinales cruzadas entre los dos primeros de ambos grupos, mientras que el sábado 16 se disputará la gran final.
Pasión, garra y talento como inspiración hacen a las polistas que participan de este Primer Mundial de Polo femenino. Por la Selección Argentina juegan Paulina Vasquetto 1, Agustina Imaz 4, Azucena Uranga 5 y Fátima Balzano 6 (total: 16).
Los otros equipos están compuestos por:
Estados Unidos: Audry Persano 5, Erica Gandomcar Sachs 5, Lilian Lequerica 3 y Jenna Davis 3. Total: 16.
Reino Unido: Frances Townend 1, Amelia Hughes 3, Heloise Wilson-Smith 6 y Emma Tomlinson 6. Total: 16.
Irlanda: Caroline Keeling 1, Siobhan Herbst 4, April Kent 4 e Inés Lalor 7. Total: 15.
Brasil: Eduarda Vilela Rosa Engler 3, Ana Claudia Marinho 3, Alice Hopp Meireles 3 y Lucia Junqueira Du Plessis 3. Total: 12.
Italia: Ginevra Visconti 1, Alice Coria 3, Maria Vittoria Marchiorello 3 y Camila Rossi 5. Total: 12.
100 años de historia
El 14 de septiembre de 1922, tras una fusión de la River Plate Polo Association (fundada en 1892) y la Federación Nacional de Polo (1921), se creó la Asociación Argentina de Polo, el mismo día que se realizaba la apertura del Campeonato Argentino Abierto de ese año en el Hurlingham Club, entidad que fue sede de la asamblea constitutiva.
Había grandes y visionarios dirigentes en ambas entidades y costó poco unirlos. Esos dirigentes, en 1927, junto a los de la Comisión del Caballo de Guerra, dispusieron la construcción de las dos famosas canchas 1 y 2 de Palermo inauguradas en 1928, en la avenida del Libertador General San Martín en su cruce con Dorrego, a sólo 10 minutos del centro comercial de Buenos Aires, que se convirtieron en escenarios de increíbles conquistas a nivel mundial y récords históricos locales e internacionales, ganándose la denominación mundial de la Catedral Mundial del Polo, certificada por todos los adelantos técnicos y de embellecimiento , que siguen efectuando febrilmente los hombres que guía su actual presidente Delfín Uranga.
Tras ganar en 1922, en su primera salida al exterior, los Abiertos de Inglaterra y Estados Unidos, Argentina entró en el mapa mundial de este difícil y atrapante deporte y poco después, por imperio de la calidad excepcional de nuestros jugadores y caballos, fue certificada por las conquistas de las medallas de oro en los Juegos Olímpicos de París en 1924 y en los de Berlín en 1936.
En el mismo año 1936 también nacería una rotunda superioridad sobre los EE.UU, al ganar en sólo dos partidos (no en tres como en los triunfos norteamericanos en 1928 y 1932) en la tercera versión de la Copa de las Américas cuya posesión, desde entonces, le corresponde a la Argentina sin solución de continuidad, siempre en dos partidos, al vencer de la cuarta a la séptima, en 1950, 1966, 1969 y 1979 en Buenos Aires y la octava y última en 1980 en San Antonio, Texas.
La “gran familia del polo” se ve nutrida anualmente con singulares torneos como lo son el Campeonato Nacional Intercircuitos con Handicap por la Copa “Republica Argentina”, el Abierto Argentino Juvenil, los increíbles torneos Nacionales de Menores, así como los de Potrillos y Potrillitos y los intercolegiales por las Copas Santa Paula y New Zealand, que luego llevan a sus protagonistas al máximo torneo mundial interclubes, el Abierto Argentino de Polo, que además pone anualmente el broche de oro a la disputa de la honorífica y única Triple Corona del polo argentino, que integran también los abiertos del Tortugas Country Club y el del Hurlingham Club, como así también al torneo femenino más importante del planeta, nacido en 2017: el Abierto Argentino de Polo Femenino.
Conducida por hombres y mujeres del polo, que antes que dirigentes han sido polistas, la Asociación procuró – y siempre lo logró - pasar por sobre el oleaje que produjeron diferencias de posiciones, lógicas en el devenir humano. Por ello, el ansia de superación no se detiene. Así lo demuestran todas las ampliaciones y mejoras realizadas en esa esplendida “Catedral”. Todo ello sin olvidar el mayor patrimonio de la AAP, su magnífico complejo de canchas ubicadas en su predio Alfredo Lalor en Pilar, dotado como todo su entorno de los mayores adelantos técnicos.
Dura es la misión de controlar algo al que se llegó a niveles superlativos, puesto que no sólo hay que mantener ese nivel sino que, en la medida de lo posible, se debe mejorar. Esa es la tarea que hoy afronta la entidad madre del polo en nuestro país: conservar intacta la superioridad argentina y, si cabe, acrecentarla.
FOTOS: Matías Callejo / Prensa AAP.