Angelina Jolie vive en Los Ángeles en una residencia enorme, junto a sus seis hijos: Maddox (19), Pax, (16), Zahara (15), Shiloh, (14), y los mellizos de 12, Vivienne y Knox. A los 45 años de edad dice sentirse plena, con un espíritu rebelde que la empuja a seguir adelante con lo que la apasiona, con una visión optimista de lo que está por venir: “Tengo muchas de mis esperanzas puestas en las nuevas generaciones, quizás porque tengo seis hijos entre 12 y 19 años”. “También veo que tienen una presión mucho mayor que la que teníamos nosotros a su edad. Están inundados de información de la que nosotros estábamos más resguardados. Lo veo a Maddox hablando online en ruso con alguien, o a Shi (Shiloh) saludando a sus amigos en Namibia. Veo esta nueva manera de comunicarse entre las personas y de conocerse de esta manera global. Y creo que es cómo van a comenzar a resolver muchos de los problemas que tenemos como sociedad”, comentó la actriz en una reciente entrevista a una conocida revista de moda internacional.
La pandemia.
Tal y como a todo el resto del mundo, tuvo que resguardar a su familia durante el aislamiento impuesto por la pandemia. Se quedó en su mansión de Los Ángeles: “Quería que los chicos estuvieran cerca de su papá, que vive a unos minutos de acá. Creo que, como la mayoría de las familias, pasaron cosas muy grandes junto con la pandemia. Meses atrás y antes del aislamiento, su hija Zahara pasó por una cirugía que la hizo ver las cosas de otra manera y, quizás por eso, no le pesó tanto tener que aislarse. “Por eso hicimos el aislamiento con una mentalidad diferente”, reconoció. Y también comentó ciertas cosas de las que sus hijos se vieron privados por el encierro, como “Pax cursando su último año de secundario, sin poder disfrutar de todo lo que eso significa” y luego “Zahara obtuvo su licencia de manejo, pero rindió los exámenes usando barbijo, con el acompañante enfundado en un traje de seguridad sanitaria. No es la manera en la que uno se imagina estos momentos”, expresó. Pero los cumpleaños continúan y creo que a muchos nos humanizó y nos unió. Hay algo hermoso en todo esto”.
Angelina mamá.
La actriz también se refirió a la manera que tiene de encarar su maternidad, y dijo que disfruta de sus hijos a todas las edades. “Soy bastante inquieta, no obstante, siempre quise ser una mamá con muchos hijos. Creo que estoy fallando en eso de ser una mamá tradicional que se queda en casa sólo cuidando de sus hijos.
Mis hijos son bastante resilientes, me ayudan. Pero no soy buena en ello. Los amo, son un gran equipo. Puede sonar trillado, pero el que quiere, puede, incluso cuando se te queman los huevos, al final eso no importa tanto. Pero bueno, encima mis hijos son muy capaces.
En cuanto a cómo siente que ellos deben encarar la vida, Angelina dijo: “Saben que lo que importa es sentirse seguros, amados y estables. No ver sufrir a los que querés. Y vivir de acuerdo a lo que sienten y piensan, no en una mentira”.
Luego se refirió a su familia multicultural, rasgo que todos supieron capitalizar: “Cuando veo a Mad en Camboya, es su hogar. Es tanto de ahí como de acá, es un ciudadano global. Pero no sólo para él es importante ir a su país, para sus hermanos también lo es. Somos muy bendecidos de tener una familia de diferentes culturas y razas. Todos aprendemos de los demás”.
Escribir un libro…
Angelina nunca deja de lado lo que la apasiona, es por eso que se encuentra escribiendo un libro para niños y jóvenes con Geraldine Van Bueren QC y Amnesty International que será lanzado en septiembre. Se llama Conoce tus derechos (y reclama por ellos). “Queremos ayudar a los jóvenes a identificar quién o qué está bloqueando su acceso a los derechos humanos, y cómo combatirlo. El mensaje para ellos es, nadie tiene el derecho de lastimarlos o de silenciarlos. Los jóvenes están comprometidos y listos para luchar. Pero hay cierta desinformación que nunca enfrentamos cuando nos tocó crecer. Queremos que el libro les brinde las herramientas de fortalecimiento de su lucha y los empodere de una manera práctica”.
Quizás sea la pequeña punk que vive en mí, pero me gusta el espíritu de los jóvenes. Creo que pueden ver lo que está bien y lo que está mal con mator claridad. Veo mucha gente mayor excusándose por tener determinadas conductas y que los más jóvenes son los que se animan a decir “Eso está mal y nos oponemos a que siga siendo así”.
Humanitaria.
Hace 20 años que forma parte de la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas. “Me puse las botas y la mochila, salí y traté de ver lo que estaba sucediendo en el mundo. Traté de tener una educación más amplia. Crecí en un ambiente con empatía, así que tengo que salir a ponerme más en el lugar del otro”. Cuenta la actriz y afirma que no le resulta fácil convivir con la idea de que en el mundo haya tantas desigualdades. “Tuve una fase de shock y de enojo con el sistema, que tolera que millones de personas sean desplazadas de donde viven por culpa de la guerra, el genocidio y las persecuciones. Sigo igual de enojada sobre las injusticias, pero mientras mi parte más joven quiere derribar el sistema, aprendí que en realidad hay que cambiarlo desde adentro”.
Su reconstrucción.
“Los últimos años fueron difíciles, me enfoqué en sanar nuestra familia”, afirma Angelina en relación a lo que vivió durante su separación de Brad Pitt. “Lentamente, está volviendo, como cuando el hielo se derrite y la sangre vuelve al cuerpo, algo así”, agregó. Y reconoció que aún trabaja para terminar de cerrar el tema: “Todavía las cosas no están del todo como quiero, pero apunto a eso. Siento que tuve que pasar por muchas cosas. Trato de mantenerme con esperanza. Creo que es algo que todos descubrimos durante la pandemia”.
Plenitud.
Serena, enfocada y disfrutando de cada paso, así vive esta etapa de su vida. “Me gustan mis 40, me siento cómoda, más que cuando era joven. Siento que envejecer tiene más que ver con una victoria que con algo triste”, confiesa la actriz. Y cuando le preguntan si tiene miedo de envejecer, su respuesta es: “Me gusta envejecer, ansío empezar a vivir mis 50, siento que mi mejor momento aún está por venir”. Y agrega: “Es como el otro día, que yo quería saltar en el trampolín y los chicos no me dejaban, diciendo que me iba a lastimar. Yo pensaba Dios, ¿no es eso gracioso? Un día sos un actor de riesgo y al día siguiente, tus hijos no te permiten usar el trampolín porque piensan que te vas a lastimar”, comenta divertida.
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